La salmantina aprueba retrasar la jubilación de Lucas Hernández para dirigir la nueva entidadvalladolid. Después de 16 meses de negociaciones, las asambleas de Caja Duero y Caja España darán hoy el sí definitvo a la fusión de ambas entidades. La oposición de los representantes en la entidad salmantina de UGT, que se desmarcarán así de la postura de la Ejecutiva Regional, a la operación no será suficiente para echar atrás una fusión que necesita los dos tercios de los consejeros generales presentes en la reunión. De asistir los 120 asambleístas, serían necesario el voto negativo de 40 de ellos para vetar la operación, muy lejos de la reperesentación de seis consejeros generales que tiene el sindicato. La entidad celebró ayer una asamblea ordinaria para aprobar el retraso de la edad de jubilación de Lucas Hernández, que ocupará la dirección general de la entidad resultante. La votación, con un 88 por ciento a favor, fue un buen termómetro de lo que pasará hoy. En Caja España, en la que se exige una mayoría cualificada mayor, cuatro quintos, se prevé un apoyo mayoritario a la fusión. Una vez aprobada, en el plazo aproximado de un mes se firmará la escritura de constitución de la que será la octava entidad del país por volumen de activos, con 46.000 millones de euros. La nueva caja solicitará 525 millones de ayudas al Fondo de Reesructuración Bancaria (Frob), que deberán devolverse en un plazo de cinco años. La futura entidad deberá acometer un proceso de cierre de oficinas y de reducción de personal, alrededor de 700 empleados, la mayoría prejubilaciones.