Marco Fossati advierte que la adquisición del 50 por ciento de Vivo crearía un "conflicto de intereses" con TIM Brasil madrid. Telefónica tiene un problema casi resuelto en Portugal y otro que acaba de surgir en Italia. Marco Fossati, el segundo mayor accionista de Telecom Italia, ha pedido a la multinacional española que abandone el accionariado de Telco, el holding de empresas que controla el 22,4 por ciento del operador transalpino. Fossati, un acaudalado empresario milanés, ha declarado que la posible adquisición del 50 por ciento de Vivo a Portugal Telecom crea un "conflicto" de intereses en Brasil con Telecom Italia Mobile, la filial celular del grupo. En declaraciones realizadas a la agencia Bloomberg, Marco Fossati afirma sin rodeos que "independientemente de si tiene o no éxito en su adquisición, es de sentido común que Telecom Italia ya no puede tener a Telefónica como propietario de una participación de control, cuando su estrategia se encuentra ahora en conflicto directo con las perspectivas de futuro de nuestros activos estratégicos en TIM Brasil". Las palabras de Marco Fossati, que controla el 5 por ciento de Telecom Italia a través de Findim Group SA, suponen un giro radical respecto a la postura que ha venido manteniendo meses atrás. De hecho, en enero pasado, cuando florecieron de forma insistente los rumores sobre la posible integración de Telecom Italia y Telefónica, el empresario se mostró como uno de los más firmes defensores de la operación. "Sería una oportunidad única en el momento actual. Una fusión propiamente dicha entre las dos compañías daría un inmenso valor industrial y generaría significativas sinergías. Creo tanto en la integración, que sería favorable a comprar acciones de Telefónica", reconoció entonces. La única condición expresada hacia referencia a que la fusión debería generar "convencer y premiar a todos los accionistas, los pequeños inversores, los poseedores de obligaciones y los empleados. Un negocio puramente financiero sin una lógica industrial no sería aceptado por el mercado", apostilló. Una de las razones por las cuales Fossati apoyaba la integración es que se hubiera convertido en el primer accionista privado de Telefónica, y se habría hecho todavía más rico. Marco Fossati es un empresario conocido en España, sobre todo después de que en 2006 vendiese la sociedad Star (fabricante entre otras marcas de Grand d'Italia) al grupo Agrolimen, propietario entre firmas de Gallina Blanca. La cantidad desembolsada por la familia Carulla estuvo próxima a los 900 millones de euros.