Cerner presenta la mejor oferta por los sistemas de información del centro madrid. El nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se convertirá en 2011 en la primera empresa de la región en tamaño si se excluye a ArcelorMittal. Trabajarán 5.500 profesionales, de los que 900 serán médicos y cerca de 3.000 enfermeros y auxiliares, para atender 1.214 camas de hospitalización, 200 consultas externas o 36 quirófanos. Antes deben acabar las obras que llevan a cabo la UTE formada por Sacyr Vallehermoso, San José y Sánchez y Lago, previstas para diciembre de 2010. Es el nuevo plazo marcado por el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, después de la prórroga de ocho meses concedida a las constructoras. Durante las próximas semanas, el Gobierno asturiano adjudicará una buena parte de los concursos para equipar el centro. En total se invertirán 140 millones de euros en este fin. Uno de los contratos más jugosos es el de sistemas de información, valorado en 47 millones de euros, de los que 6 millones se dedican a la digitalización de las 620.000 historias clínicas de la sanidad asturiana. Según ha podido saber este diario, la oferta de la multinacional estadounidense Cerner se perfila como la principal candidata, mientras que la española Indra también podría adjudicarse distintos lotes del contrato. Sólo el presupuesto destinado a dotaciones y tecnología asciende a 95,7 millones de euros, de los que 62,2 millones se dedican a electromedicina y 33,4 millones a mobiliario general, clínico y logística. El proyecto, que ya ha adjudicado 20 millones de euros, incluye la adquisición de tecnología punta, como tres aceleradores lineales, cinco Resonancias Nucleares Magnéticas o tres TAC entre otras unidades de radiodiagnóstico, un quiró- fano híbrido que integra tecnología diagnóstica y terapéutica o un robot quirúrgico Da Vinci, cuyo precio supera los dos millones de euros. Precisamente, una de las apuestas más fuertes del nuevo HUCA es la atención ambulatoria. El objetivo de su gerente, Mario González, es reducir el número de ingresos hospitalarios y el tiempo de estancia a través de un mayor uso de la cirugía mayor ambulatoria o la atención en los hospitales de día. Otro de los retos de la gerencia será canalizar el flujo de cuatro millones de personas entre pacientes y familiares al año. Para ello está previsto automatizar el ingreso a través de cajeros automáticos, donde el paciente se identificará con su tarjeta sanitaria o DNI electrónico. Será además un hospital sin papeles, donde toda la información clínica estará informatizada. Cada cama contará así con un terminal de ordenador que permitirá a los médicos acceder a los datos de la historia clínica del enfermo.