La inesperada liquidación de Ángel Mullor elevó un 37,2% la retribución del consejo, hasta 5,1 millonesEl acuerdo incluye una cláusula que no le permite trabajar en otra compañía aérea en año y mediomadrid. Las penas con pan son menos. Eso es lo que tuvo que pensar Ángel Mullor, el ex consejero delegado de Iberia, cuando abandonó la aerolínea el pasado 30 de mayo. El cheque que cobró el ejecutivo hace ya un año ascendió a 1,85 millones de euros por tres conceptos: la retribución variable de 2006, el rescate de una póliza de seguro y un pacto de no concurrencia.El último motivo le impide a Ángel Mullor trabajar en otra compañía aérea "durante año y medio", explican desde la empresa. Por esta razón, su asesoramiento profesional al fondo de capital riesgo Gala Capital ha levantado alguna que otra suspicacia, aunque fuentes del sector aseguran que "no es incompatible que Mullor trabaje como consultor en un fondo de capital riesgo. Lo que no podría hacer es asesorar directamente a una aerolínea en su negocio".De todas formas, el próximo 30 de noviembre se cumpliría el plazo de pacto de no concurrencia, por lo que Mullor podría llegar a tiempo, si así lo quisiera, para liderar alguna oferta de compra sobre Iberia, aunque el antiguo consejero delegado del grupo ha comentado en más de una ocasión que su intención no es volver a ocupar un cargo directivo en la aerolínea.Renuncia por sorpresaLa inesperada renuncia de Ángel Mullor a su cargo, conocida a mediados de abril de 2006, disparó la retribución del Consejo de Administración de Iberia, que se incrementó un 37,2 por ciento, hasta 5,104 millones de euros. Pero si se restara la indemnización al ex número dos de la empresa, los consejeros habrían cobrado en total 3,255 millones de euros.Esta cifra es inferior a los 3,719 millones de euros registrados en 2005. La explicación a esta diferencia es que Mullor sólo cobró su sueldo hasta el 30 de mayo, por lo que la retribución de los consejeros de Iberia no ha sufrido grandes diferencias entre 2005 y 2006, algo que hubiera despertado las suspicacias del resto de colectivos de la compañía de bandera española.El pasado ejercicio fue el primer año incluido en el Plan Director 2006-2008, en el que la compañía ha hecho un gran esfuerzo por aumentar la productividad de los empleados y contener sus sueldos.Así lo explica Fernando Conte, presidente de Iberia, en la carta a los accionistas recogida en el informe anual de 2006. "Entre lo más positivo, quiero señalar el incremento de los ingresos de explotación por empleado, que han crecido más de un 11 por ciento", señala.Pero la indemnización de Ángel Mullor podría escocer a más de uno si se tiene en cuenta que el sueldo medio por empleado le cuesta a la aerolínea 43.927 euros, por lo que con la liquidación del anterior consejero delegado se podrían cubrir los costes anuales de 42 empleos. Además, Mullor también cobró el año pasado los cinco meses en los que trabajó. El problema es que el informe de Gobierno Corporativo no obliga a desglosar lo que gana el presidente y el consejero delegado, por lo que el sueldo integro de Fernando Conte, número uno de Iberia, y los emolumentos cobrados por Mullor hasta mayo ascendieron a 1,964 millones de euros.Iberia cree que tanto la indemnización a Mullor como los honorarios de sus consejeros y directivos no están fuera de mercado. De hecho, recuerda que "sin contar los miembros del Consejo de Administración, la alta dirección de Iberia son los terceros que menos cobran de todas las compañías del Ibex 35". Los veinte directores generales de la compañía reciben un total de 5,116 millones de euros, por lo que cada uno sale a una media de 256.000 euros. Sólo la alta dirección de Gamesa, también con 256.000 euros, y la de Colonial, con 205.000 euros, percibe igual o menos dinero que en Iberia.El único colectivo del grupo que todavía no ha firmado su convenio colectivo para adaptarse a las nuevas necesidades de la compañía son los algo más de 1.800 pilotos, representados por el sindicato Sepla. Su productividad "se encuentra en el lado negativo de la balanza", añade Conte en su mensaje a los accionistas de la aerolínea.Las negociaciones entre los pilotos y la dirección de la empresa están rotas y, tras el interés que ha mostrado el fondo de capital riesgo Texas Pacific Group por comprar Iberia, podrían congelarse hasta que no haya nuevos propietarios en la aerolínea.