Inicia una revisión de todo el sector con un recorte a CAM, Bancaja y Sabadell, mientras S&P amenaza a Caja MadridMADRID. Fitch ha iniciado su particular medida de presión para el sector financiero español. Si la semana pasada rebajaba la calificación creditia de Caixa Girona y Laietana, ayer reducía la nota a CAM y Banco Sabadell, además de al grupo Bancaja (incluido su filial Banco Valencia). En las próximas semanas, según fuentes financieras, llevará a cabo una actualización de los rating, que en muchos casos comportara una disminución. Pero no sólo esta agencia ha empezado a recalificar a las entidades de nuestro país. Standard & Poor's ha revisado a la baja la perspectiva de Caja Madrid, a pesar de haber mantenido su nota. Estas dos compañías, que son las que han rebajado el rating al Reino de España, han comenzado a adecuar la calidad de los riesgos de bancos y cajas al comportamiento de la economía nacional. El argumento principal y general de esta actuación es la debilidad de las cuentas estatales, que limitará las ganancias de las entidades debido a la menor actividad. Asimismo, destaca la influencia del sector inmobiliario sobre la banca, que podría comportar reducciones adicionales en sus ganancias si la morosidad continúa al alza. La agencia no tiene en cuenta los procesos de fusión iniciados, por ejemplo, por CAM con Cajastur, Extremadura y Cantabria, que podría elevar su calidad crediticia debido a la constitución de un nuevo grupo reforzado. La primera consecuencia de la medida adoptada por Fitch es un mayor coste en las operaciones de deuda de las entidades, que tendrán que pagar más por emitir bonos, cédulas u otros productos para poder conceder créditos. La agencia considera que, a largo plazo, a partir de 2012, tendrán que hacer frente a un volumen importante de vencimientos, al radicar su financiación en los mercados mayoristas. Por si la presión no fuera ya suficiente para el conjunto del sector, la agencia estadounidense ha echado más madera, por lo que las integraciones serán imprescindibles para muchas entidades. Las afectadas ayer todavía mantienen ratings elevados, por encima de la triple BBB en todos los casos.