Centros de investigación como el del grupo Benetton mejoran la producción y calidadMILÁN. Hay una forma de hacer cultura de empresa, al menos sobre el papel, que parece sencilla e intuitiva. Basta un centro de investigación, una especie de think tank del business. Para la empresa, es la mejor forma de contar su historia al cliente y, entre investigación e investigación, pueden surgir propuestas innovadoras, ideas y apuntes para desarrollar después en la producción. Siempre con la esperanza de seguir creciendo y de dar un salto de calidad. Se trata de laboratorios de pensamiento y de aplicación práctica, de equipos de creatividad que subrayan todo lo que el producto final no dice, pero que existe en él.La comunicación forma parte del punto de partida, como asegura Fabrica, el centro de investigación creado por Benetton a primeros de los noventa. "Desde el inicio tuvo la misma importancia que los otros departamentos que aportaban la facturación a casa", explica la consejera delegada Laura Pollini de 53 años.Nuevos canales de comunicaciónFabrica es un laboratorio de creatividad aplicada, que trata de dar un paso adelante respecto a la forma tradicional de hacer publicidad. Los canales que utiliza son los del diseño, la música, el cine, la fotografía, los productos editoriales e Internet. "Son chicos y chicas con una edad media de 25 años. Además, los jóvenes son nuestro objetivo. Ofrecemos hasta 50 becas de uno o dos años, en los que un grupo de profesionales les ayuda a desarrollar proyectos. Gracias a ellos, estamos acercándonos más a los clientes".Los becarios proceden de países y culturas diversas y conciben, a veces, ideas innovadoras y contradictorias. El año pasado, la muestra Fabrica: ojos abiertos, inaugurada cerca del Centro Pompidou de París, fue visitada por 100.000 personas en sólo cinco semanas. Cruzado el umbral del laboratorio, los proyectos de comunicación se han plasmado en la práctica. Siempre sin olvidar el alma de una empresa que se dedica a la ropa: el diseño. La creación de un centro de investigación puede desempeñar también la función de acercar a los jóvenes a las disciplinas científicas o la no menos importante de colmar el abismo entre teoría y praxis, entre la escuela y el trabajo.Dentro de unos meses se inaugura Física en movimiento, el laboratorio didáctico de experimentación de la física y de la mecánica, destinado a los alumnos de las escuelas medias y superiores, que Ducati Motor holding está construyendo en su propia sede. Su filosofía es utilizar la fascinación que el mundo de las dos ruedas produce en los jóvenes para acercarles a las materias técnicas. También está dirigida a estudiantes Lagostudio, una iniciativa puesta en marcha por Lago, una empresa de Padua dedicada a la decoración. Se trata de un laboratorio de investigación ubicado en una casa de la campiña veneta, que alberga a 20 jóvenes europeos que trabajan sobre el diseño, grafía, escenografía y fotografía.Detrás de las iniciativas para aumentar la cultura de empresa se oculta, a menudo, el deseo de crear las condiciones necesarias para el diálogo y la confrontación. Es la lógica de Fantoni, activo en el sector mobiliario, que creó como un lugar de encuentro, experimentación y formación. "Nada se crea, nada se destruye, todo se transforma", decía el química francés Antoine Lavoisier. Y la cultura de empresa no es una excepción.