Madrid. Hace cinco años el canario Félix Felipe, que cuenta con una amplia trayectoria hotelera, fundó la cadena Altabella Hotels. Con capital 100 por cien español, esta compañía nació con la filosofía de construir y gestionar establecimientos vacacionales de gran lujo, lo que incluye hoteles tan excepcionales como los de nueve estrellas. En un principio, esta marca tan exclusiva sólo se creó para entrar en Cap Cana, un macro complejo turístico que se está levantando en República Dominicana y que aspira a ser el nuevo edén caribeño de la jet mundial. La corporación Altabella cuenta con varios inversores españoles, entre los que se encuentran los dueños del famoso Gran Bahía Duque de Canarias. Nació con un capital inicial de 50 millones de dólares y en los dos hoteles y 290 apartamentos turísticos que está construyendo en el Caribe va a invertir un total de 275 millones de dólares. Ahora que ya se ha puesto en marcha este proyecto, Félix Felipe, que también preside la cadena, tiene un nuevo reto: traer el concepto hotelero Altabella a nuestro país. "Es una cadena joven que nace con mucho compromiso. Por eso, pronto llegará a España, en donde abriremos hasta un máximo de 20 hoteles en los próximos 10 años", anuncia Felipe, quien adelanta que "el primero llegará muy pronto a Canarias". A su juicio, abrir más establecimientos sería un error: "si no son muchos podremos darles una absoluta dedicación". Para entender qué clase de establecimientos bajo la enseña Altabella llegarán a las costas españolas basta explicar cómo será uno de los que esta cadena está levantando en Cap Cana. Se trata del Altabella Sanctuary Collection Golf & Spa, que estará listo antes de finales de año. Según Felipe, "promete ser inolvidable para todo el que se aloje en él". Ha sido diseñado por el mismo que ideó el Gran Bahía Duque, el español Andrés Piñeiro, y su propósito fue que "tenía que parecer todo menos un hotel", cuenta Felipe. "Es un sueño arquitectónico, con una gran calidad", añade. Todo son suites (hay hasta 176) de entre 100 y 600 metros cuadrados. El 23 por ciento del hotel está dentro del agua y muchas de las estancias tienen piscinas privadas. Su precio: entre 1.000 y 5.000 dólares la noche. Además, el concepto de "todo incluido" tan propio del Caribe desaparece en los hoteles Altabella. Tendrá seis restaurantes, pero todos estarán fuera del complejo. "Es mi hotel ideal", afirma Felipe. Este hotelero tratará de traer a nuestro país este concepto, aunque sabe que no podrá mimetizarlo: "En España las leyes medioambientales son del siglo XVI (no se puede construir a menos de 100 metros del mar), y no es posible tener 5 empleados por habitación, eso sólo se puede en países con sueldos bajos".