madrid. Que los gobiernos den dinero a las empresas que apuesten por las energías renovables y sancionen con impuestos a las energéticas más contaminantes. Ésta es la principal apuesta de Nicholas Stern, presidente del Grantham Research Institute on Climate Change and the Enviroment de la London School of Economics, que ayer inauguraba el ciclo de conferencias Energía: retos para un futuro sostenible puesto en marcha por la Fundación Iberdrola. En su ponencia, Stern ha reivindicado que en las próximas 4 ó 5 décadas se debe llevar a cabo una revolución industrial de la energía, "este movimiento debe ir más allá de coches eléctricos, debe ser una apuesta por la reducción de las emisiones que involucre tanto a los poderes políticos como a los científicos, a los economistas y los ciudadanos". En este sentido ha dicho que las energías contaminantes van a morir por si solas dado que cada vez serán más costosas y será más complicado colocarlas en el mercado. Stern ha destacado que ésta revolución debe estar encabezada por el sector privado, ya que será éste el encargado de orientar a los gobiernos sobre las necesidad de un sector emergente como el de las energías renovables.