madrid. Casi tres meses después de que se recibiera en la Audiencia Nacional la primera querella contra Arte y Naturaleza por una presunta estafa, presentada por el bufete jurídico González Grano de Oro, el juez Fernando Andreu, titular del juzgado central de instrucción número 4, ha decidido abrir una investigación formal, según confirmaron ayer fuentes jurídicas.El magistrado estudia imputar al presidente de la empresa de bienes tangibles, Guillermo García del Toro, y a sus principales ex directivos, al menos por un presunto delito de estafa, aunque no se descarta que haya más delitos, como blanqueo de capitales e insolvencia punible, según las fuentes consultadas.Arte y Naturaleza, que se presentaba como una empresa de bienes tangibles que ofrecía altas revalorizaciones por la inversión en obras de arte, se vio arrastrada por la intervención de Afinsa y Fórum Filatélico y presentó voluntariamente suspensión de pagos en octubre de 2006.Contratos simuladosEl lunes se conoció el informe preliminar de los administradores, que coincide con las conclusiones de la primera querella por estafa que interpuso el despacho González Grano de Oro. Los administradores se basan en un análisis del catedrático de Derecho Civil Joaquim Rams y concluyen que los contratos eran en realidad meras simulaciones. Cuando se firmaban, las obras de arte no existían, dice el documento. A juicio de los administradores, "los contratos no buscaban la transmisión de la propiedad de las obras de arte, sino sólo la obtención de unos fondos donde las obras daban exclusivamente apariencia de garantía". La primera querella también denunciaba que la empresa funcionaba como una entidad financiera, "captando el ahorro público mediante unos depósitos a plazo de los ahorradores, ofreciendo a esos depósitos intereses más altos que los bancos".Tras la denuncia de Grano de Oro, llegaron otras más de varios grupos de afectados. Entre ellos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que hablaba de un "presunto delito de estafa piramidal" al estilo del que supuestamente han cometido Afinsa y Fórum. A los clientes, según la OCU, se les adjudicaba obras de arte sumamente sobrevaloradas, obteniendo así beneficio y pagando con las aportaciones de nuevos clientes las obligaciones contraídas con los antiguos.La operativa de Arte y Naturaleza era sospechosamente similar a la de las empresas filatélicas. Las obras de arte se adjudicaban a los clientes con precios sobrevalorados.