madrid. Sin grandes aspavientos, sin hacer mucho ruido pero sin tregua, los grupos italianos han logrado conquistar en poco tiempo la mayoría de los medios de comunicación españoles. Y a pesar de que el de la comunicación es un sector estratégico, su dominio no ha despertado grandes recelos en el Gobierno, al contrario de lo que ha sucedido en otros sectores como el energético.Mediaset (que controla Telecinco), De Agostini (propietario de una participación mayoritaria en Antena 3), o RCS Mediagroup (que posee Unedisa y acaba de adquirir Recoletos), son algunos de los grandes grupos italianos que han impuesto su presencia con fuerza en España. A todos estos grupos les caracteriza una misma particularidad: se trata de empresas que dominan ampliamente el sector de los medios, y sitúan al frente de sus intereses en España a gestores de su total confianza con gran experiencia. Así sucede, por ejemplo, con las dos mayores televisiones privadas del país, Telecinco y Antena 3.En la primera, donde Mediaset, el holding de medios del ex primer ministro Silvio Berlusconi, tiene un 50,1 por ciento del accionariado, está al frente el empresario Paolo Vasile desde 1999. Este romano de 54 años ha logrado situar a la cadena en los más altos índices de audiencia y hacer de ella una de las televisiones más rentables de Europa. Sus jefes, con Berlusconi al frente, pueden estar contentos: no en vano, Telecinco aporta casi un tercio de los beneficios anuales de Mediaset. Su poderío irá seguramente a más, ya que la cadena acaba de comprar, junto a otros socios, la productora Endemol a Telefónica por 2.630 millones de euros.Antena 3 y De AgostiniEn Antena 3, directa competidora de Telecinco, también dominan los italianos. El grupo De Agostini, que comenzó en Italia hace más de un siglo editando libros de texto y mapas, controla junto a su socio Planeta el 42,6 por ciento del capital. Al frente está otro gestor que, como Vasile, lleva toda su vida detrás de las cámaras: Maurizio Carlotti, un ex empleado de Berlusconi que sacó a Telecinco de una crisis en los años 90 y fue fichado por De Agostini para que capitaneara Antena 3. Telefónica había vendido a Kort Gedding, un consorcio formado por los italianos y por el Grupo Planeta, su participación mayoritaria en Antena 3. De Agostini ha ampliado hace pocos meses su presencia en el mundo audiovisual con la compra de la productora Magnolia, creadora de series de éxito en el panorama televisivo español y ingente audiencia, como Camera Café o Supervivientes. Compra de RecoletosEl último en imponer su presencia en España ha sido el grupo Rizzoli Corriere della Sera (RCS Mediagroup), propietario en Italia del diario del mismo nombre y con intereses también en publicidad y en el negocio editorial.RCS, que hasta el pasado mes de diciembre tenía la mayoría del capital de Unedisa (editoria del diario El Mundo), sorprendió al anunciar que entraba en la puja por el Grupo Recoletos, propietario del diario Marca y Expansión, entre otros. Se hizo con él por 1.200 millones, adelantándose al grupo español Vocento (propietario de ABC), que había visto en Recoletos una compañía totalmente complementaria con sus negocios. Pero para los italianos, en cuestión de negocios mediáticos no existe competidor. Si se trata de dinero, lo pagan. Se pudo comprobar en la operación de Recoletos, donde muchos analistas dudaron de que el grupo valiera tanto, y se ha vuelto a ver en la operación Endemol. Telefónica, la anterior propietaria de la productora, se frota las manos pues ni ella se esperaba la oferta de Mediaset y Telecinco, que les deja unos 1.400 millones de euros de plusvalías. En esta puja, donde los italianos entraron tarde, Berlusconi competía con otro consorcio formado por su compatriota De Agostini. Como se puede comprobar, entre italianos anda el juego. ¿Y qué ven en España los grupos transalpinos para expandir su negocios mediáticos? "España es uno de los países donde más se consume televisión, y además queda mucho por hacer", explica un directivo de una de las cadenas. Eso por el lado del negocio audiovosual, pero ¿y en prensa? El sector interpreta la compra de Recoletos por parte de RCS como un primer paso para extender su influencia hacia otros sectores, como el televisivo. De hecho, El Mundo tiene una productora, que, aunque pequeña, ya produce programas para las grandes cadenas.En un sector en plena ebullición, ¿seguirán siendo los italianos protagonistas? A esa pregunta podríamos tener respuesta muy pronto.