madrid. En marzo de 1857 Jerónimo Roiz de la Parra, Juan de Abarca, Antonio Labat, Bonifacio Ferrer de la Vega, Antonio López-Dóriga y Agustín González Gutiérrez recibieron el visto bueno del Ministerio de Hacienda para fundar su banco y en mayo se crea éste mediante Real Decreto. Es el germen de lo que hoy es el primer banco español por capitalización bursátil y beneficios y también, según destaca la entidad en su 150 aniversario, el grupo internacional con más sucursales.El paso de ser un pequeño banco, fundado para apoyar la floreciente actividad comercial de la ciudad de Santander, a luchar por los primeros puestos en Europa, no sólo es cuestión de tiempo. La entidad financiera fue creciendo, aún lo hace hoy, a golpe de operaciones corporativas y, desde hace más de un siglo, gestionada por la familia Botín. El actual presidente, Emilio Botín, el tercero de su familia en ocupar ese sillón, explicaba hace pocas fechas en Santander que los seis empresarios fundadores justificaron el nacimiento del banco por la creciente demanda de liquidez y de servicios de intermediación que exigía entonces la ciudad. En los primeros años, el Santander centró su actividad en el ámbito local y no fue hasta la década de los años veinte cuando inició su expansión, primero regional, y luego nacional.Esa etapa coincide con el abandono de la presidencia rotatoria que había caracterizado a la entidad desde su fundación. El primero en ocupar el cargo de una manera fija fue el abuelo del actual número uno de la entidad, Emilio Botín y López. Durante su mandato, el banco obtiene su primer millón de pesetas de beneficio y se inaugura la sede social del banco en el santanderino paseo de Pereda.En 1924, ya durante la presidencia de Saturnino Briz-Larín, el banco abre la primera sucursal fuera de Cantabria. Eran años en que la entidad se esforzaba en atraer inversión procedente de indianos en sociedades radicadas en Cantabria. Así, según palabras del actual presidente "participó en la creación y financiación de empresas de astilleros, eléctricas, mineras, metalúrgicas y agroalimentarias".Veinte años más tarde el banco realiza la primera de las operaciones que marcarán la historia del banco. En 1946 absorbe "por sorpresa", según define Botín el movimiento, el Banco Mercantil, y da con ello su primer gran salto, ya que convierte al banco en líder de Cantabria.Justo en la mitad del siglo pasado, en 1950, accede a la presidencia Emilio Botín Sanz de Sautola y López, que había sido director general de la entidad durante 16 años. Con él se despierta la vocación internacional del banco y a la oficina de La Habana abierta una año antes se suma poco después la de Londres, México o Buenos Aires.El beneficio del banco, ya con una trayectoria centenaria, alcanza en esa década los 100 millones de pesetas. En la siguiente, la tercera generación de banqueros de la familia Botín, Emilio y Jaime, accede al Consejo de Administración de la entidad.En 1965 el banco, tras firmar una alianza con Bank of America (la entidad que ahora disputa la filial norteamericana de ABN Amro al consorcio del que forma parte el Santander) crea Bankinter.En los últimos cuarenta años le quedaban aún al banco las mayores transformaciones. Con Emilio Botín, el tercero, en la presidencia del banco, se firma una alianza estratégica con el que será su mayor socio internacional durante 16 años, el Royal Bank of Scotland, y la entidad se lanza a construir su franquicia en Latinoamérica.En el ámbito español, la transformación no es menor. Tras la crisis de Banesto y tras su intervención, la entidad es adjudicada al Santander en 1994, lo que le aupa al primer puesto del ranking del sistema bancario, en dura pugna con BBV.Pero su mayor operación viene en 1999 con la fusión con el BCH de José María Amúsategui. Fue la primera gran fusión entre grandes entidades españolas, (un año despúes vendría la de BBV con Argentaria) y abriría una guerra sorda entre los equipos procedentes de las dos entidades que se saldaría, en 2001 con la salida anticipada de Amusátegui de la copresidencia.Su mayor compra, hasta la fecha, se produce en 2004, al adquirir el Abbey por 13.800 millones de euros, el sexto banco británico.Ahora, en esta historia interminable de compras, le queda pendiente aumentar su presencia en el norteamericano Sovereign, del que cuenta un 24,9 por ciento, y el más difícil todavía asaltar ABN Amro con sus socios Royal Bank of Scotland y Fortis.