El recorrido de este avión hasta ahora ha sido un camino arduo, pero lo hemos transitado con la misma determinación con la que seguimos hoy su senda. La misma que lleva al innovador producto que entregaremos a nuestros clientes, el 'A400M'. Por Domingo Ureña (Presidente de Airbus Military)El programa del avión de transporte y de misiones militares, cívicas y humanitarias de Airbus Military A400M prosigue su singladura según el calendario previsto. Hemos desarrollado, producido y montado el avión más innovador y versátil. No se trata de un proyecto sobre el papel; no es una idea para el futuro; es una realidad tangible que está aquí y ahora. Las dos primeras unidades que han salido de la línea de montaje final de Airbus Military en Sevilla ya están en vuelo. La tercera realizará su primer despegue a principios del verano y la cuarta lo hará antes de que acabe el año, cuando ya habrá comenzado el montaje del quinto y último avión antes de que se inicie la producción en serie. Lanzamiento Una de las principales características por las que se distingue el A400M es lo avanzado de su tecnología, que le permite volar más alto, más rápido y más lejos que cualquier otro aparato de su clase. El reto que supone el A400M no ha hecho más que comenzar. Y en Airbus Military nos gustan los retos porque cada día nos proponemos hacer las cosas mejor que en la víspera, porque cada logro alcanzado nos sirve de acicate para encarar el siguiente y porque la excelencia siempre forma parte de nuestros objetivos. El lanzamiento de cualquier avión se divide, grosso modo, en dos grandes fases, una de desarrollo y otra de producción. El programa se encuentra en la actualidad en la primera, si bien es cierto que la de producción está ya a la vuelta de la esquina. En la etapa inicial se realizan todos los estudios de ingeniería necesarios antes de comenzar la fabricación de los componentes de lo que será el primer ejemplar. Una vez que éstos salen de las distintas cadenas de producción, se envían a Sevilla, a la línea de montaje final del avión. Con el aparato ya montado, comienzan las primeras pruebas, que se desarrollan en tierra y entre las que se cuentan el primer encendido de los motores y los primeros desplazamientos por pista del avión de forma autónoma. El siguiente paso es el primer vuelo, que supone el inicio de la campaña de ensayos en vuelo, y que se realizó el pasado 11 de diciembre. Los dos primeros A400M vuelan prácticamente a diario en el marco de esta campaña (a la que se sumarán el resto de las primeras cinco unidades). Durante estas pruebas, los aviones demostrarán que cumplen los requerimientos que imponen las distintas autoridades para un avión de nueva construcción, un paso necesario antes de comenzar la fase de producción. Los cinco aparatos que volarán para esta campaña acumularán 3.700 horas de vuelo, de las que, a finales de abril, ya se habían completado 122 horas en 29 vuelos realizados por los dos primeros aparatos. El primero, para Francia El montaje durante la fase de desarrollo, así como la campaña de ensayos sirven también para realizar mejoras en los procesos productivos y en el diseño de cara al montaje de los aparatos que vengan detrás, lo que incluye la fase de producción. Ésta comenzará un año después del primer vuelo, lo que nos permitirá utilizar los primeros resultados de los ensayos en vuelo para integrar las mejoras desarrolladas durante esta etapa de pruebas. Entregaremos el primer avión al cliente (que será Francia) tres años después del primer vuelo del A400M. Nuestras instalaciones en Sevilla no sólo albergan la línea de montaje final del A400M, sino también las de nuestros aviones de tamaño medio y ligero C295, CN235 y C212. De cada uno de ellos se ofrecen versiones con configuraciones y características tan diferentes entre sí que podría decirse que ofrecemos aviones de alta costura a la carta, de transporte, de patrulla marítima, guardacostas, antisubmarinos... todos ellos equipados con los últimos avances tecnológicos. Es esta una capacidad que nos ha hecho líderes mundiales en nuestro sector y que exige una maestría en la construcción aeronáutica que nos hace únicos en Europa y, me atrevería a decir que, también, en el resto del mundo. Esta dilatada experiencia profesional es una de las razones por las que se eligió Sevilla para albergar la línea de montaje final del A400M. Y el conocimiento y saber hacer que aporta la experiencia también se ha acumulado en la industria auxiliar durante años de colaboración. El parque Aerópolis que se ha levantado alrededor del programa del A400M ha permitido concentrar en una misma localización -a tres kilómetros de la línea de montaje final del avión- a un buen número de compañías que trabajan con nosotros. Las empresas auxiliares dan empleo a más de 4.600 personas en Andalucía, el doble que en 2004 y el cuádruple que en 2001. Sin embargo, no está de más recordar que el de la construcción aeronáutica es un sector altamente competitivo en el que nadie se puede dormir en los laureles. Si en Airbus Military hemos conseguido aumentar la productividad de nuestra plantilla en un 26 por ciento a base de entusiasmo durante el ejercicio de 2008, no esperamos menos de nuestros colaboradores, que se quedaron en el 10 por ciento.