La plataforma Solúcar, de Abengoa, se ha convertido en el corazón de Soland, un parque para energías renovables que ocupará 200 hectáreas. Por J. ContrerasPromovido conjuntamente por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA) y el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor, Soland nace con la vocación de ser un espacio tecnológico de referencia internacional en energía solar y renovables. Ubicado en Sanlúcar la Mayor, a escasos 20 kilómetros de Sevilla, esta nueva tecnópolis está llamada a convertirse en el principal polo productivo en torno al sector de la energía solar y energías renovables en España, según sus promotores. El parque está impulsado conjuntamente por la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), que depende de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, y por el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor con un 60 por ciento y un 40 por ciento de participación respectivamente. Constará en una primera fase de 30 hectáreas ampliables hasta un total de 200, localizadas junto a la plataforma Solúcar de Abengoa. Primera fase La semana pasada, el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor, reunido en Junta de Gobierno, aprobó el proyecto de urbanización de esta primera fase, lo que supone el pistoletazo de salida para el inicio del proceso de urbanización, que arrancará en las próximas semanas. Con carácter previo al inicio de la urbanización, en enero de este año, se llevó a cabo la constitución de la sociedad promotora del parque, con un capital social de 16.184.500 euros. La creación de Soland, incluida en el Programa de Suelos Productivos de Andalucía (PROSPA), supone la plasmación práctica de las políticas a favor del desarrollo sostenible y las energías renovables por parte de la Junta de Andalucía, y por tanto, constituye uno de los proyectos más ambiciosos que se acometen desde la Comunidad en el ámbito productivo aplicado al medio ambiente y la economía sostenible. Las primeras 30 hectáreas del proyecto han sido aportadas por el Ayuntamiento de Sanlúcar la Mayor, si bien dicha superficie será susceptible de posteriores ampliaciones hasta un total de 200 hectáreas, coincidentes con el Área de Oportunidad Tecnológica delimitada por la Junta de Andalucía en el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS). Un símbolo Sobre este suelo, altamente cualificado, y localizado junto a uno de los espacios de referencia en I+D+i aplicado a la energía solar a nivel internacional (la plataforma solar Solúcar, del Grupo Abengoa), se levantará el que está llamado a convertirse en el símbolo de la actividad productiva y de innovación consagrada a la energía solar. A juicio de sus promotores, "en el marco de las políticas y estrategias de fomento de la economía sostenible, Soland contribuye al posicionamiento de Andalucía como uno de los principales polos productivos y de conocimiento de España en torno al sector solar y de energías renovables. Para ello cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía, a través de su estructura de incentivación y fomento de la Investigación, el Desarrollo y la Innovación. Igualmente, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha auspiciado el proyecto con apoyo financiero". La localización en Sanlúcar la Mayor no es casual. Se trata de una de las zonas del mundo con mayor número de horas solares de promedio al año (no en vano, el término de Sanlúcar alude a la expresión latina Lucus Solis, que significa literalmente Parque del Sol). A este importante valor hay que añadir que la tecnópolis se ubica junto al corredor verde del río Guadiamar, a las puertas del Parque Nacional de Doñana, erigiéndose como vértice del Corredor Tecnológico constituido por el Parque de Actividades Medioambientales de Andalucía (PAMA) de Aznalcóllar y la mencionada Plataforma Solúcar de Abengoa que se distribuye a lo largo del curso del río Guadiamar. Junto a los propios valores de la localización, hay que añadir los criterios propios de la ordenación del suelo, que se ha diseñado desde un planteamiento en el que priman los valores sostenibles. Así, el parque cuenta con una fuerte presencia de zonas verdes (15 por ciento de la superficie total). Uso industrial La ordenación, además, alterna usos y tipologías adaptadas a las necesidades de las empresas e instituciones con la creación de espacios de convivencia y servicios a las personas. De esta manera, el parque conjuga el uso industrial, destinado a ofrecer un soporte excelente a grandes proyectos industriales y de base tecnológica, con espacios terciarios así como dotaciones públicas de incubación y servicios a empresas deportivas, sociales y ambientales. Espacio productivo En total, el parque contempla 146.500 metros cuadrados de superficie industrial, que se divide entre industrial extensivo e intensivo. Además, hay una considerable presencia de suelo terciario comercial (algo más de 6.000 metros cuadrados). Los equipamientos constituyen alrededor de 12.000 metros cuadrados, y las zonas verdes y libres suponen 45.000 metros cuadrados. Se trata, en esencia, de uno de los espacios productivos cualificados más ambiciosos que se acometen en estos momentos en Andalucía, y que cuentan con el auspicio de la administración autonómica, quien pondrá al servicio de las empresas que se asienten sus diversas líneas de incentivos y apoyo financiero, canalizadas a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo de la Junta de Andalucía (IDEA).