El grupo puede prorrogar el vencimiento de 5.000 millones hasta finales 2012madrid. Sacyr Vallehermoso tiene carburante para pagar un año más el préstamo que solicitó para comprar el 20 por ciento de Repsol YPF. A la compañía le vence casi 5.000 millones de euros en diciembre de 2011, pero ese plazo se puede prorrogar hasta finales de 2012, explicó el director financiero del grupo, Fernando Lacadena, en la presentación de los resultados del primer trimestre. En concreto, el grupo firmó en el contrato de financiación una cláusula para extender la fecha del vencimiento sin cumplir ningún requisito. Un as que guarda en la manga y que no descarta sacar en la mesa de negociación con los bancos acreedores. La venta de Itínere El objetivo de la compañía que preside Luis del Rivero es reducir deuda y garantizar la actividad en el futuro. Bajo esta filosofía, Sacyr se ha marcado como meta reducir a cero su deuda corporativa, que se situaba en 510 millones en el primer trimestre del año. Las herramientas que la sociedad está dispuesta a utilizar para cumplir su objetivo son las desinversiones, como la venta de su participación en Itínere del 16 por ciento del capital. Este proceso lleva abierto hace tiempo y parece que no se va a cerrar a corto plazo, explicó el directivo. A su juicio, el valor de esa participación va creciendo día a día y espera que con la venta de esas acciones se cancele la deuda que lleva aparejada. La participación de Itínere va vinculada a un pasivo de 272 millones de euros, por lo que, según señaló Lacadena, Sacyr no venderá ese paquete accionarial por menos de ese dinero. Otra de las herramientas que el grupo utiliza para lograr sus metas es flexibilizar sus deudas ante la falta de liquidez. Por eso, Sacyr está negociando con las entidades refinanciar dos deudas. Las conversaciones están muy avanzadas y se espera cerrar un acuerdo en breve, afirmó el directivo de Sacyr. Renegociar deuda Por un lado, el grupo intenta prorrogar el pago de 166 millones de euros que tiene que efectuar este año en concepto de deuda corporativa. Por otro lado, los directivos están en conversaciones para aplazar el desembolso de 177 millones de euros ligados a su participación de Itínere y que vence también a lo largo de este año. En conclusión, como el dinero es un bien escaso en estos momentos, el grupo analiza en qué lo tiene que destinar. Reforzar los fondos propios también es una de las tareas opcionales que tiene el grupo apuntada en su agenda. Por eso, el directivo no descartó la posibilidad de acudir a los mercados para inyectar capital a través de una emisión de bonos. "Se estudia todas las opciones, pero no hay una decisión tomada", indicó. Estas pautas fueron aplaudidas por el mercado, ya que la cotización de Sacyr rompió su racha con una subida del 7,5 por ciento al final de la jornada. También los resultados del primer trimestre respaldaron la subida, ya que los analistas esperaban unas cifras peores. En concreto, el beneficio neto creció un 17 por ciento, pero la cifra de negocio cayó un 42 por ciento debido al descenso del negocio de promoción por la falta de extraordinarios. En el primer trimestre de 2009, facturó casi 700 millones por la venta de activos. La evolución positiva de concesiones y servicios no pudo compensar la caída del ebitda del negocio inmobiliario.