Las vacaciones de más de 70.000 personas dependen del futuro de la compañíamadrid. El plazo de dos días solicitado el pasado miércoles por el presidente de Viajes Marsans, Gonzalo Pascual, a las agencias asociadas para cerrar a la venta de la compañía concluyó ayer sin que oficialmente se produjeran novedades. Iván Losada Castell, el representante de la firma interesada en adquirir Marsans con el asesoramiento del despacho de abogados Aszendia, ha comenzado a contactar con algunos de los principales acreedores para proponerles una quita de hasta el 30 por ciento, según reconoce uno de los bancos que ha financiado al grupo turístico español en los últimos meses. Esta fuente, que prefiere mantenerse en el anonimato, concede escaso crédito a la última tentativa puesta en marcha para eludir el concurso de acreedores. Y recuerda que la operación podría reunir similitudes con la enajenación de Marsans Francia al fondo de inversión Dinaqua en enero pasado. Pasadas unas semanas, el 15 de abril, Dinaqua se declaró insolvente y el Tribunal de Comercio de París dictaminó finalmente su liquidación y designó a un administrador judicial. Una semana de trabajos Después de una semana de haber desembarcado en la sede de Viajes Marsans para estudiar sus cuentas con cerca de veinte profesionales, Iván Losada Castell sigue sin desvelar el nombre del caballero blanco que supuestamente está interesado en adquirir la sociedad, después de que la constructora valenciana Nuevas Formas y Diseño (NFD) declarase por activa y pasiva que no se encuentra inmersa en la operación. La creciente confusión que envuelve la venta de Viajes Marsans no oculta los problemas que su entrada en concurso de acreedores puede acarrear no sólo a sus 3.500 trabajadores, sino también a los cerca de 70.000 clientes que han adquirido y pagado sus paquetes vacacionales. Una cifra estimativa que supera con creces los desastres empresariales originados por Air Madrid y Air Comet, arreglados en última instancia gracias a la inter- vención del Ministerio de Fomento. Tras las gestiones realizadas por el Ministerio de Industria para que la gran banca inyectase dinero fresco al grupo turístico y después de los contactos mantenidos con la IATA para intentar recuperar la licencia retirada, Miguel Sebastián parece haber arrojado la toalla. Ni siquiera los mensajes de alerta transmitidos por el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez Navarro, antiguo asesor del grupo turístico, parecen haber ablandado el corazón del ministro. Fuentes de este departamento precisaron ayer que Viajes Marsans es una empresa privada y que su futuro depende exclusivamente de sus directivos. Curiosamente y, puede que atendiendo a una campaña de imagen, en las últimas semanas el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, se ha desligado públicamente de las intensas negociaciones que mantiene la sociedad y ha dejado todo el peso mediático en manos de su socio Gonzalo Pascual. Tras la manifestación celebrada el jueves pasado frente a la sede de la CEOE, ayer varios centenares de trabajadores de las oficinas de Sevilla, Málaga y Córdoba se concentraron en estas tres capitales andaluces para pedir a los empresarios el mantenimiento de la actividad y soluciones de futuro para clientes y trabajadores, informa Europa Press. La portavoz de los trabajadores precisó que la delegación territorial de Marsans en Andalucía emplea a 600 trabajadores.