La bolsa de EEUU llegó a perder en poco más diez minutos 725.000 millones de capitalizaciónnueva york. La flor y nata de los inquilinos de Wall Street recordarán para el resto de sus vidas la última hora de negociación de ayer sobre los parqués estadounidenses. El pánico, la volatilidad y la incertidumbre no casaron con el error humano que pudo provocar la mayor debacle de la historia financiera del país. Según informaron varios medios de comunicación estadounidenses, la caída de 998,50 puntos experimentada por Dow Jones pudo deberse a un fallo de uno de los corredores de bolsa de una gran firma. Las miras señalaron al banco Citigroup. Según citaba la CNBC, al aludir distintas fuentes, un trader de Citigroup pudo confundirse y presionar la letra B, de billions (miles de millones de dólares en EEUU) en lugar de la M de millions (millones de dólares). La operación se produjo al realizar una compra venta de valores de Procter & Gamble, que experimentó un comportamiento muy sospechoso durante el avance de la sesión, antes de la gran traca final. De hecho, la empresa estadounidense llegó a desplomarse un 36,6 por ciento en el parqué. Desde Citigroup, el banco que muchos señalaron como el culpable del asunto, sólo se limitaron a asegurar que la entidad estaba investigando el asunto -también lo estaba haciendo el Nasdaq al cierre de esta edición- pero no tenía constancia de ninguna mala práctica. Por su arte Procter & Gamble, componente del Dow Jones, pidió explicaciones a la Comisión de Mercados y Valores (SEC, por sus siglas en ingles), a la New York Stock Exchange y al propio Citigroup sobre lo ocurrido. No en vano, el mercado perdió en poco mas de diez minutos 725.000 millones de capitalización bursátil. En el preciso momento en que la tecla B de la discordia pudo ser presionada, el S&P 500, el indicador más amplio a este lado del Atlántico, perdió 725.000 millones de dólares. Para Enrique Álvarez, analista de IDEA US, fue precisamente un error técnico el que fomentó "la enorme caída entre -500 puntos y los -1000 puntos que viéramos a las 2:50 pm", explicó a elEconomista. Rumore, rumore Mientras tanto, no sólo un error humano provocó el pánico sobre el parqué. Previamente, los rumores provenientes de Europa fomentaron aún más el desconcierto. Algunos apuntaron que los bancos europeos dejaron de conceder créditos a España, Portugal e, incluso, Italia. Algo que sirvió de pistoletazo para que el Dow se dejase 998.50 puntos, su mayor punto de caída de la historia, y borrase de golpe y plumazo todas los beneficios del año. Otros traders llegaron a dar a entender que las mesas de operaciones de los principales bancos europeos echaron el cierre antes de tiempo durante la jornada de ayer porque no había liquidez. Es decir, los bancos frenaron en seco sus préstamos, lo que recordó el clima previo al derrumbe de Lehman Brothers. "Lo que estamos viendo es puro contagio del problema de Grecia y las expectativas de que el apoyo por el lado de Alemania no sea aprobado o que los Griegos rechacen aplicar el paquete de recortes ante tanta protesta con lo cual se haría casi inmediata un incumplimiento de pago", apuntó Álvarez. Lo cierto es que el analista Dick Bove ya despertó cierta incertidumbre al reconocer durante una entrevista con la CNBC que "existe un consenso general de que Grecia debería enfrentarse a un impago". Por su parte, Mohammed El-Erian, consejero delegado de Pimco, el mayor fondo de bonos del mundo, aseguró que "hemos visto una crisis que empezó en un país, se contagió a la Eurozona y está a punto de globalizarse". De momento, lo que parece es que hoy el mercado no olvidará el error, si es que fue sólo eso, que ayer se produjo en Wall Street. Así lo defendió el consejero delegado de NYSE, Duncan Niederaurer, que afirmó en una entrevista a CNBC: "No creo que estemos buscando a un sólo banco que haya operado de forma incorrecta un número de acciones. Creo que mañana la sesión va a ser bastante fea".