La calificación de la deuda española continúa siendo 'AAA' con perspectiva estableMADRID. En medio de los rumores desatados en la mañana de ayer sobre la posibilidad de que las otras dos grandes agencias internacionales de calificación crediticia, Moody's y Fitch, fueran a rebajar la nota a España después de que el pasado miércoles lo hiciera Standard & Poors, las dos agencias de rating salieron ayer al rescate de la solvencia de la deuda española. Fuentes de Moody's y de Fitch confirmaron a Efe-Dow Jones que mantienen la nota de España en la máxima calificación, AAA con perspectiva estable, es decir, sin que haya perspectivas de cambio en el corto plazo. Esta visión es cuestionada, sin embargo, por determinados analistas españoles, que prevén que estas dos agencias podrían sumarse en los próximos días a la rebaja de la calificación que S&P realizó hace una semana hasta situar el rating español en AA con perspectiva negativa, es decir, con riesgo de bajar un nuevo escalón a corto plazo. Sin embargo, desde las agencias internacionales insistieron en señalar que la calificación española coincide con la de Alemania, país cuya solvencia no se pone en cuestión. ¿Tras los pasos de S&P? Los mercados también contaban ayer con la posibilidad de que las dos citadas agencias de calificación crediticia siguieran los pasos de S&P, con lo que dejaba además abierta la posibilidad de nuevos recortes de rating a medio plazo. Así, la incertidumbre en los mercados de deuda volvía a recuperar los niveles observados antes del acuerdo alcanzado por los líderes europeos para rescatar a Grecia debido a las especulaciones sobre el riesgo de que España y Portugal pudieran sufrir el contagio de la crisis de deuda que azota Grecia y verse abocados a solicitar ayuda a sus socios europeos y al FMI. De hecho, el recorte de la nota española se produjo apenas 24 horas después de que S&P rebajara la calificación de la deuda portuguesa, hasta A- y de la deuda griega, hasta el nivel del bono basura. S&P, que ya desde principios de 2009 era la única agencia que no otorgaba a España la AAA, cuestionó en su última rebaja la capacidad de crecimiento de la economía española, que insistió en que crecerá apenas un 0,7 por ciento hasta el año 2016. Además, puso en duda que España pueda cumplir con Bruselas y rebajar su déficit público al 3 por ciento en 2013.