La incertidumbre sobre cuánto durará la crisis aconseja no castigar la tesorería del grupobilbao. El presidente de Tubos Reunidos (TR), Pedro Abásolo, superó ayer sin grandes problemas la junta de accionistas a pesar de que fue la primera vez en su historia que tuvo que ratificar la propuesta de la dirección del grupo de no repartir dividendos con cargo a los resultados de 2009. Abásolo abogó por aplicar criterios de prudencia para no castigar la tesorería de la compañía ante las incertidumbres que aún pesan sobre el sector. La crisis azotó con fuerza la actividad tubera, contexto en que TR logró cerrar con beneficios en 2009, en que contabilizó 1,1 millones, muy lejos de los 81,8 millones de un año antes y con una cifra de ventas que descendió hasta niveles similares a los de 2004, con 396 millones. Con vistas a 2010, Abásolo estuvo moderadamente optimista y algo cauto, pero confía en repetir resultados. La incertidumbre sobre la consistencia de la recuperación de la demanda hace que TR no levante los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) temporales que aplica en sus fábricas para adaptar la producción a la demanda. La estrategia a medio plazo de TR será su entrada en la producción de tubos de mayor envergadura, que suponen nuevos retos tecnológicos y logísticos, pero que a la vez aportan mayor valor añadido. También potenciarán su actividad en aceros inoxidables y aleados. Esto les llevará a invertir 63 millones en cinco años, cantidad adicional a los 11 millones que tienen previstos este ejercicio para mantenimiento y mejoras. La apuesta por nuevos productos llevará a redefinir el tamaño y funciones de sus fábricas actuales.