Bank of America Merrill Lynch rebaja la recomendación y la acción caenueva York. Goldman Sachs parece vivir su peor pesadilla. Tan sólo un par de días después de su interrogatorio frente al subcomité del Senado que investiga la crisis financiera, la fiscalía de Nueva York ya se ha puesto manos a la obra para encontrar indicios que puedan inculpar criminalmente al banco y sus empleados por fraude. ¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo, en el caso de encontrar cargos suficientes, las repercusiones legales podrían herir de muerte la reputación del enfant terrible de Wall Street, que tendría que defenderse ante los tribunales sin demasiada opción a pactar un acuerdo que dejase impune a la entidad. De momento, y a favor de la compañía capitaneada por Lloyd Blankfein, los fiscales federales de la Gran Manzana sólo buscan pruebas suficientes para determinar si Goldman cometió o no un delito. Dicho esto, no hay que olvidar que buena parte de estas investigaciones suelen caer en saco roto y no culminan en una victoria legal aunque, con la reforma financiera en plena ebullición en el Senado y los ciudadanos clamando venganza, el banco podría tocar fondo. Sin embargo, debido a la complejidad de las transacciones y operaciones investigadas, las autoridades tienen poca suerte de su parte. Sólo hay que recordar el caso criminal lanzado contra dos ejecutivos de Bear Stearns acusados de mentir a sus inversores en 2007, una causa que declaró inocentes a los acusados. Aun así, desde la fiscalía de Nueva York dejaron claro al Wall Street Journal y a la agencia Bloomberg que esta investigación criminal no versa alrededor de la acusación civil de fraude que lanzó el pasado 16 de abril la Comisión de Mercados y Valores de EEUU. Es decir, no se buscan indicios en el caso Abacus AC1 y el papel que jugó el hedge fund Paulson & Co en la elección de los valores de dicha cartera, un hecho del que no se informó a los clientes de Goldman. Eso sí, hasta la fecha no existen más detalles sobre qué tipo de operaciones en particular pesa el interés los agentes federales, que utilizan la demanda de la SEC como mero apoyo. Pero, ¿cómo se ha tomado Wall Street estos acontecimientos? Alan Valdes, director de inversiones de Kabrick Trading, no dudó en aclarar a elEconomista que "Goldman ha sido acusado injustamente". "Es cierto que todos debemos asumir parte de culpa, pero creo que ni los senadores ni los ciudadanos entienden el modelo de negocio de estos bancos, operaron a corto para equilibrar sus pérdidas a largo plazo en el sector inmobiliario, eso no es ilegal", apuntó. Más transparencia Precisamente este trader apuntó que "Goldman acabará pactando con la SEC, pagará una multa pero saldrá impugne del caso de fraude", algo que ya adelantó esta semana el New York Post. Por su parte, Gary McCormick, presidente de la Asociación Americana de Relaciones Públicas, dejó claro a este periódico que "Goldman ha aumentado enormemente su transparencia en los últimos meses, no hay que olvidar que en el sector financiero existe gran competividad y no se pueden airear todas las estrategias de negocio". "Ahora se defenderán con uñas y dientes para proteger su prestigio, que es lo que más pesa para este tipo de entidades", aseguró. En plena marea de acontecimientos, los analistas de Bank of America pusieron la puntilla ayer al rebajar la recomendación del Goldman desde comprar a neutral y la acción cae.