El Gobierno heleno confía en que el préstamo de la UE y el FMI, superior a los 40.000 millones de euros, ayude "a reconstruir el barco" y llegue antes del próximo 19 de mayo. Por I. R. / J. L. / A. L. / J. L. H.Grecia lanzó ayer el S.O.S. Después de renegar durante semanas y defender que su barco no necesitaba ni amarres ni parches ni salvavidas, ayer reconoció que no puede más, que se rinde y que da su sí a la ayuda prometida por la zona euro hace menos de un mes. El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, hizo de un escenario costero el marco institucional para solicitar la activación del mecanismo de ayuda de la UE y el FMI por más de 40.000 millones. "Es una necesidad nacional e imperativa", reconoció para confiar en que sus socios contribuirán "a brindar a Grecia el puerto seguro que permitirá reconstruir nuestro barco". La decisión helena responde a las presiones de los mercados internacionales para que Grecia obtenga la ayuda financiera necesaria y garantice que puede hacer frente a todos sus pagos ante los crecientes rumores de una posible bancarrota estatal. Todo esto, después de que el coste de la financiación de su deuda soberana se haya situado en las últimas jornadas por encima del 8 por ciento a diez años y del 2 por ciento a dos años. "Esperamos que esta decisión sea suficiente para calmar los mercados y que llegue antes del 19 de mayo", aseguraron desde el Ejecutivo. Grecia presentó la solicitud de ayuda a través de una brevísima carta de tres líneas firmada por su ministro de Finanzas y dirigida a los mandatarios del Eurogrupo, la Comisión Europea y el BCE. La respuesta desde Bruselas fuera clara: "No prevemos ningún obstáculo. Vamos a trabajar de manera rápida y eficaz". El horizonte temporal: "cuestión de días, quizás semanas". El otro gran implicado en el rescate, el FMI, se limitó a afirmar en un escueto comunicado que había recibido la petición de Atenas y aclaró que está preparado para actuar inmediatamente, eso sí, tras hablar con la UE. El gran pero del día llegó de la mano de la canciller alemana, Angela Merkel, que insistió en que el mecanismo de ayuda se activará sólo si "la estabilidad del euro" se ve amenazada. La principal advertencia también llegó desde Alemania. El Bundesbank alertó contra el "riesgo de contagio" de la crisis a los países de la zona euro que con déficit "muy elevado". En España, el Gobierno vio como "buena noticia" la solicitud de ayuda y aseguró que su préstamo "está disponible". El PP advirtió, sin embargo, que "estamos en zona de riesgo". La Casa Blanca apoyó la petición y recordó que el Tesoro vigila la deuda griega.