La caída de los títulos de la francesa hacen que la prima ofrecida por la española sea atractivamadrid. En las últimas dos semanas, el efecto Astroc ha hecho temer por la operación de Sacyr Vallehermoso: la opa que ha lanzado sobre Eiffage, la tercera constructora de Francia. La compañía española se ha visto arrastrada por el desplome del sector inmobiliario y, desde que anunció su oferta sobre el grupo galo, ha perdido un 8,53 por ciento.Este fuerte descenso amenazó con restar brillo a su opa, porque la fórmula elegida para adquirir la francesa es una canje de acciones.Sacyr ha ofrecido doce títulos propios por cada cinco de Eiffage. Además, para hacer la permuta, la española llevará a cabo una ampliación de capital de, como máximo, 149,13 millones de acciones de un euro de valor cada una.Esta fórmula, no obstante, supone una prima del 30,6 por ciento respecto a la cotización media de Eiffage durante al mes anterior al 20 de marzo, cuando se disparó en bolsa por rumores de opa.La caída del grupo español en las últimas dos semanas, por tanto, reduce esta prima y resta atractivo al canje de acciones.Una afirmación que sería cierta si la cotización de Eiffage se hubiera mantenido estable o hubiese mejorado. Pero la compañía presidida por Jean-François Roverato ha seguido el mismo destino que Sacyr.Desde el pasado 19 de abril, la tecera constructora de Francia ha perdido un 9,07 por ciento, es decir, 0,54 puntos porcentuales más que la empresa dirigida por Luis del Rivero.Desde que Sacyr anunció su oferta, la evolución de los dos grupos en bolsa ha permitido mantener vivo el canje de acciones (ver gráfico). Este rumbo común lleva a pensar que el mercado está descontando el triunfo de la compañía española o, al menos, confía en que tiene posibilidades de conseguir ganar la batalla.Una guerra que ya va con retraso respecto al calendario orientativo marcado por Sacyr. El supervisor bursátil francés (AMF) no se pronunció el pasado viernes sobre la oferta española. Ese día se cumplió el plazo de diez días a partir del cual debe emitir un veredicto sobre la opa española.No obstante, la AMF puede tomarse todo el tiempo que considere conveniente para analizar la operación. Una dilación especialmente comprensible cuando las dos partes se han acusado de actuar en concierto y han llevado el caso ante los tribunales. Aunque Sacyr pudiera contar con este retraso, también es cierto que la compañía ha reconocido su interés por cerrar la operación cuanto antes.