Iguala el liderazgo de Unicaja, augura una dura pugna Sevilla-Málaga por la sede y la obra social, mientras el Gobierno regional ya apunta a dos o tres cajasmadrid. Cajasol, fruto de la unión entre El Monte y San Fernando, es ya una realidad. Tras varios intentos por unir las cajas sevillanas, la junta acaba dar su visto bueno al matrimonio, que celebrará la próxima semana su primer Consejo de Administración. Antonio Pulido, el flamante presidente único, pilotará la cita.Cajasol es un gigante con 800 oficinas, una plantilla de 5.000 trabajadores y prevé alcanzar las míticas 1.000 sucusarles en cinco años. Pulido y Navarrete (presidente de San Fernando) han proclamado a bombo y platillo su "vocación de liderazgo". Por ello aspira a ser la tercera caja de España, por detrás de La Caixa y Caja Madrid. Un objetivo más retórico que real, porque hoy aparece en el noveno puesto con un volumen de negocio de unos 38.000 millones. La caja tendrá dos millones de clientes. Unicaja, resultado de la fusión de cinco cajas en los noventa, se mantiene como la entidad líder en Andalucia en todos los epígrafes (ver información del recuadro). Sin embargo, el nacimiento de un gigante que se codea con la entidad presidida por Braulio Medel ha levantado suspicacias de todo tipo. Lo que está claro es que Cajasol tratará 'de tú a tú' y sin complejos a Unicaja, augurando una cruenta batalla por el liderazgo andaluz y por la Andalucía Oriental y la más Occidental. Según fuentes del sector consultadas por elEconomista, la creación de Cajasol se traducirá en una guerra entre Sevilla y Málaga (que añadirá más leña a la rivalidad actual) por liderar la caja única andaluza, su sede y su obra social:"Cajasol surge con fuerza para competir con Unicaja en igualdad de condiciones". Pulido luchará por una sede en Sevilla, y Medel porque esté en Málaga.Esto casi aborta cualquier intento de caja única andaluza, el viejo sueño del presidente de la Junta Manuel Chaves. De hecho, el Gobierno regional descarta una caja única: "Puede haber dos o tres grandes cajas pero no una caja única", confirmaron a elEconomista fuentes oficiales, que matizan que serán las cajas quiénes decidan cuándo y cómo. Pero las cajas no están por la labor. Para muestra un botón: los estatutos de Cajasol incluyen una cláusula que blinda Sevilla como sede ante futuras fusiones, según ha podido confirmar este periódico.