La pugna entre el segundo y tercer banco del centro de negocios de la capital británica, por hacerse con el holandés, da un vuelco al mapa financiero mundial y salpica a cinco colososLONDRES/Madrid. Parecía cosa hecha. Hace unos días, tras semanas de conversaciones con el banco holandés ABN Amro, el presidente ejecutivo de Barclays, John Varley, confiaba en poder dedicar ese fin de semana a dar el toque final a algunos flecos que quedaban antes de anunciar la mayor transacción bancaria de la historia a escala mundial, una fusión valorada en unos 125.000 millones de euros. A última hora de la tarde sonó el teléfono en la sede del banco, situada en la planta 31 de Canary Wharf. Lo que oyó, dejó a Varley aturdido y furioso. Sin consultarle siquiera, ABN había acordado vender LaSalle, su filial de Chicago, a Bank of America por unos 15.500 millones de euros.La bomba podía llevarse por delante el plan de fusión. Un asalto que nadie podía imaginar que iba a acabar como el rosario de la aurora en los tribunales, con una venta de LaSalle paralizada por un juez, y con un Barclays y Bank of America amenazando con indeminizaciones escalofriantes -se llegaron a barajar los 160.000 milones de euros-, con unos accionistas rabiosos por no haberles consultado esta venta pidiendo rodar cabezas en Holanda, y con una entente contando por segundos su momento para lanzar sus fauces sobre el ABN. Sólo está a expensas de que el holandés se pronuncie sobre el fallo judicial que bloquea la venta de la filial de Chicago. Cinco bancos, un mismo deseoEl caso es que el culebrón ABN Amro implica ya a cinco entidades. Los británicos Royal (segundo con un valor de 90.300 millones de euros) y Barclays (tercero con 70.200 millones). Y también al español Santander, el belga-holandés Fortis y al Bank of America.Pero para esa incertidumbre final todavía quedaba mucho. Varley y la directiva de Barclays, al conocer la venta de La Salle, amenazaron inmediatamente con abandonar el trato. Pero el malhumor de Varley no duró mucho, pues tanto él como su equipo comprendieron que la venta de LaSalle haría disminuir el interés de su rival por el banco holandés. El contrincante no es otro que un consorcio formado por Royal Bank of Scotland (RBS), el español Santander y el belga-holandés Fortis. Liderado por el combativo presidente ejecutivo de RBS, Sir Fred Goodwin, el consorcio no había ocultado su intención de dividir ABN en tres partes, haciéndose RBS con LaSalle. Así las cosas, durante el fin de semana ABN cerró la venta de LaSalle a Bank of America por 10.500 millones de euros y Barclays se dispuso a desvelar su oferta por todas las acciones de ABN. Pero no debía subestimarse Goodwin, que cuenta con la reputación de ser uno de los más duros negociadores del mundo de la banca. El lunes, voló a Ámsterdam en el Dassault Falcon 900 de RBS para celebrar una reunión con ABN con el objeto de explicar los planes de su consorcio. La reunión se canceló en el último minuto, cuando Barclays y ABN desvelaron los términos acordados para la fusión. Barclays había realizado una oferta recomendada por todas las acciones de ABN de 36,25 por acción o 66.000 millones de euros, creando un grupo valorado en unos 125.000 millones de euros. Furioso, Goodwin se desvió hacia las oficinas de Fortis en Ámsterdam para consultar a Jean-Paul Votron, su presidente ejecutivo, y al presidente del Santander, Emilio Botín. Luego regresó a Edimburgo para preparar la respuesta del consorcio. Apoyándole se encontraba Matthew Greenburgh, de Merrill Lynch. El próximo movimiento se produjo con rapidez. El miércoles 25 de abril, el consorcio de RBS propuso comprar ABN por 72.000 millones de euros, superando la oferta de Barclays. Al parecer, Goodwin estaba de nuevo en la carrera, ya que estaba dispuesto a ofrecen un 70 por ciento en efectivo y sólo el 30 por ciento en acciones de RBS. En el feroz mundo de las fusiones y adquisiciones, el efectivo es el rey. Adoptando una postura arriesgada, Goodwin llamó al presidente ejecutivo de ABN a Edimburgo para celebrar una reunión encaminada a explicarle la oferta del consorcio. Pero Groenink le contestó que las conversaciones debían tener lugar en Ámsterdam. Bajo la intensa presión de sus accionistas, ABN no parecía tener otra opción que abrir sus libros a Goodwin. Sin embargo, insistió en que el grupo RBS aceptara primero no montar una oferta hostil en el futuro. Esto provocó las protestas de algunos accionistas enojados encabezados por el fondo Children's Investment (TCI), el hedge fund que solicitó originalmente la ruptura de ABN, acusando al consejo de intentar frustrar la oferta del consorcio a favor de la oferta de Barclays. "Me parece significativo que [el consejo de ABN] quiera recomendar un trato en papel a un precio inferior frente a un trato de 39 euros en efectivo. En mi opinión, esto constituye un claro abuso de sus obligaciones fiduciarias", manifestó Alex Potter, un analista de Collins Stewart. En la bulliciosa junta anual de ABN celebrada en La Haya el jueves, Peter Paul de Vries, director de la poderosa asociación de accionistas holandeses VEB, tuvo que ser desalojado por los guardias de seguridad. Goodwin manifestó que estaba dispuesto a emprender la senda hostil. En aquel momento, ABN decidió abrir sus libros. Sin embargo, después de esta victoria táctica, Goodwin sigue enfrentándose a enormes obstáculos. Ha hecho depender su oferta de que ABN no venda LaSalle, como han sentenciado los jueces, ante las amenazas multimillonarias de Bank of America. Ahora, ABN pide al juez si puede seguir recibiendo ofertas, incluido el Bank of America, por LaSalle. El plazo concluye el domingo. Amenazas de Bank of AmericaKen Lewis, presidente ejecutivo de Bank of America, muestra una actitud beligerante y considera que su contrato es a prueba de balas. Hace tiempo que codicia LaSalle y no renunciará a ella sin oponer una fuerte batalla. Y así ha sucedido. De forma inquietante para RBS, Bank of America ha señalado que, en Estados Unidos, es ilegal intentar persuadir a alguien para que rompa un contrato legal. Pero se ha visto que RBS habría encontrado una laguna jurídica. Podría realizar una oferta por LaSalle haciéndola depender de que obtenga también el control de ABN. Esto le permitiría presentar una prima tan enorme que podría superar la oferta de Bank of America, sin tener que desembolsarla hasta haber completado la transacción con ABN. Es de suponer que RBS ha obtenido el asesoramiento legal necesario para asegurarse de que este movimiento no suponga un incumplimiento del contrato de Bank of America. Pero sin duda la gran esperanza de RBS radicó en los accionistas rebeldes de ABN. Este jueves, los accionistas de VEB ha consiguieron que un tribunal mercantil holandés bloqueara la venta de LaSalle, argumentando que hace imposible una oferta superior por la totalidad de ABN. Una vez que VEB ha logrado lo que se propone, Bank of America demandaría sin duda a ABN por incumplimiento de contrato. TCI también está amenazando con emprender acciones legales contra consejeros individuales de ABN, e incluso ha pedido la cabeza de Groenink. Dudas sobre la financiaciónOtra de las grandes incógnitas está en la financiación de la compra por parte del consorcio. ABN ha mandado esta semana una carta al trío de bancos para pedirles más detalles sobre cómo financiarán los 50.000 millones de euros necesarios para pagar el 70 por ciento en efectivo, ya que el restante 30 por ciento se pagará con papel del Royal. El consorcio liderado por Emilio Botín, presidente del Santander, y sus socios, recogió el guante y dijo tener preparado el dinero. Eso sí, sin detallar su origen. Según las estimaciones de los analistas de Keefe Bruyette and Woods (KBW), el Santander tendría que pagar 23.000 millones de euros por su parte de ABN: el negocio latinoamericano y el banco italiano Antonveneta. Podría vender Cepsa e Intesa San Paolo, y el resto, a través de una ampliación de capital de entre 10.000 millones y 15.000 millones de euros.Fortis podría pagar 27.000 millones por la compra de las operaciones holandesas, la banca privada y la gestión de riqueza de ABN, financiándose prácticamente la totalidad a través de la emisión de derechos. Se trata de cantidades sin precedentes, ya que la mayor recaudación de fondos por una empresa europea fueron los 15.000 millones de euros de una emisión de derechos de rescate de France Telecom en 2003. Pero Goodwin parece no temerle a nadala gente piensa que podemos. Tenemos el dinero", afirma. Pero RBS también necesita convencer a ABN de que dicho desmembramiento funcionará. ABN se ha opuesto, aduciendo Groenink que entrañaba "riesgos". Antony Broadbent, analista de Sanford Bernstein, afirma: "Creo que la fuerza de voluntad y determinación de Goodwin por hacerse con LaSalle le llevará muy lejos en esta oferta. Pero dada su complejidad, existen grandes posibilidades de que surjan diferencias irreconciliables dentro del consorcio". ¿Y qué hay de Barclays? En el cruce de declaraciones de la pasada semana, Varley mantuvo la confianza, argumentando que las dos ofertas presentaban un "marcado contraste". La oferta de Barclays, según Varley, "crearía, a través de la fusión, uno de los mayores bancos del mundo", mientras que la del consorcio de RBS significaría "la mayor deconstrucción, en sabe Dios cuántas partes, de uno de los mayores bancos de Europa". Todos tienen opcionesBarclays todavía tiene opciones, a falta de que se desembrolle el culebrón en los tribunales. Ha previsto que puede obtener 3.500 millones de euros a través del ahorro de costes y el incremento de los ingresos antes de 2010, aunque algunos piensan que Varley se ha mostrado cauto. Podría además reorganizar su capital de forma inteligente, encontrando quizá 3.000 millones de libras para dulcificar su oferta. En una lucha directa por el precio, RBS tiene las de ganar, pero los tribunales de ambos lados del Atlántico y el belicoso Lewis de Bank of American van a desempeñar un papel fundamental. Sin duda, habrá más asaltos en este combate entre pesos pesados. Cuando se supo, hace seis semanas, que Barclays y ABN Amro estaban celebrando conversaciones exclusivas, Merrill Lynch, uno de los bancos de inversión más poderosos del mundo, parecía haber quedado al margen. Sin embargo, mientras sus rivales corrían a prestar sus servicios a Barclays o ABN, Merrill esperaba su momento pacientemente. En tan sólo unas semanas, Merrill se aseguró el mandato potencialmente más lucrativo de todos, al convertirse en asesor exclusivo del consorcio formado por Royal Bank of Scotland, Santander y Fortis. El equipo de Merrill está liderado por Matthew Greensburgh, vicepresidente de banca de inversión global, y Andrea Orcel, responsable de banca de inversión europea. Según las previsiones, la batalla por ABN generará 140 millones de libras para los asesores, lo cual la convierte en una de las más lucrativas transacciones de la historia. El culebrón sólo acaba de empezar y promete varios capítulos.