La caída del consumo y el empuje de la marca blanca, que supera el 70% de cuota en el sector, dan la puntilla al grupomadrid. La mítica conservera Miau se ha convertido en una de las primeras compañías marquistas víctimas de la caída del consumo en España. El Juzgado Mercantil número 3 de Pontevedra declaró ayer el concurso voluntario de acreedores del fabricante de esta conocida marca, la conservera Bernardo Alfageme, propiedad de la familia Lago y dueña a su vez de la promotora inmobiliaria Promalar. Se trata de un desenlace esperado, después de que los actuales gestores presentaran el pasado mes de marzo toda la documentación necesaria para declarar el concurso, aunque fue rechazado por distintos defectos de forma. Ahora, los 350 trabajadores de las plantas de producción de Vigo, Ribadumia, O Grove y Vilaxoán se verán afectados por una decisión que consideran se podría haber evitado. Las principales quejas de los empleados, que estiman en 50 millones de euros la deuda actual de la compañía, tienen que ver con unas supuestas ayudas de 44 millones que el Gobierno autonómico concedió a la conservera y de las que, según los sindicatos, nunca se supo. Eso sí, la complicada situación por la que atraviesa el mercado conservero en España tampoco ha ayudado mucho a la viabilidad de Miau. Pese al intento de los principales grupos del sector de diversificar su catálogo para ganar cuota de mercado en el último año, el fuerte empuje de la marca blanca, que representa casi el 70 por ciento de las ventas totales, y la acusada caída del consumo en el mercado español, han terminado por dar la puntilla al negocio de la conservera gallega, que se encontraba ya herido de muerte. Pérdida de valor En el caso de Miau, que ocupa el séptimo puesto en el ranking de facturación nacional (según Alimarket), con unas ventas en el último año de 60 millones de euros, la situación se complica aún más debido precisamente a que no dispone de una posición de referencia en el sector. La expulsión de determinadas marcas aplicada por los grupos de la distribución en España en los últimos tiempos, con Mercadona a la cabeza, ha sido otro golpe difícil de encajar para Miau. Todos estos problemas los ha notado la conservera gallega especialmente en su cifra de negocio, que se redujo casi un 30 por ciento en su último año. Durante los últimos meses han aparecido también algunos supuestos interesados en la compra del grupo gallego, aunque finalmente el interés no se ha materializado. Fuentes del mercado situaban a la conservera también gallega Orbe entre los principales candidatos. En cuanto al auto judicial de declaración de concurso, según informa Europa Press, ya aparecen nombrados los administradores concursales y ahora estos tienen un plazo legal de aceptación del cargo, que se pospondrá hasta finales de esta semana o principios de la próxima. Desde la declaración del concurso, los acreedores ya pueden personarse. El plazo legal para comunicar sus créditos comienza desde la publicación en el BOE del edicto de la declaración de concurso y dura un mes desde ese momento. Representantes del comité de empresa de Alfageme se reunieron el pasado 16 de abril con responsables del Igape para abordar la difícil situación de la empresa, cuyo personal tiene pendientes de cobrar dos nóminas y media paga. Ese día, la Consellería de Economía, a la que pertenece el Igape, explicó que mantiene activada la búsqueda de un nuevo grupo para gestionar la compañía y que las conversaciones en este sentido continúan "pese a las dificultades de acuerdo con la propiedad actual para dar paso a una nueva mayoría en el accionariado". Por su parte, el departamento autonómico también indicó que se encuentra adoptando todas las medidas necesarias para determinar el uso de los préstamos bancarios concedido a la conservera con avales del Igape en los últimos años, y para defender "con todos los medios" de que disponga " los intereses de los trabajadores de la compañía gallega así como los recursos públicos.