Segura sale a favor del vicepresidente y defiende sus polémicas comidas con gestores de fondosmadrid. Lo dejó para el final. Después de casi tres horas de comparecencia y aunque no tenía por qué entrar a valorar este punto (como él mismo dijo), Julio Segura decidió romper una lanza en favor del vicepresidente de la CNMV, Arenillas, "cuyo comportamiento ha sido siempre impecable, y no le he oído más que interpretaciones basadas en criterios técnicos", dijo.Sus halagos hacia el marido de la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, le llevaron casi a aplaudir la polémica cena, de 1.429 euros, que mantuvo Arenillas con el presidente de Vega Fund Holding, Ravinder Mehra, pocos días antes de aprobarle un hedge fund. "Los responsables de la CNMV deben mantener relaciones fluidas con el sector", dijo Segura, que además definió como "aspecto anecdótico" el precio de la invitación.De hecho, descartó que "capturen a un supervisor por una comida" y recordó que la luz verde al fondo de inversión de Vega fue aprobada por unanimidad del consejo el pasado 2 de abril, con el visto bueno de Conthe incluido.Doble raseroLos halagos de Segura, el catedrático de Economía más joven en la historia de España, alcanzaron a todos los miembros del consejo de la CNMV, cuyo comportamiento definió como "técnicamente impecable" y cuya independencia en ningún momento puso en entredicho.Sobre todo, porque no considera que las relaciones familiares o profesionales puedan poner en entredicho la autonomía del voto de los consejeros de la CNMV. Un discurso que choca frontalmente con las exigencias que se imponen a la empresas.El Código de Buen Gobierno, impulsado tanto por este Ejecutivo como por el anterior y liderado por Conthe (debido a que era el presidente de la CNMV), considera estos lazos motivos suficientes para dudar de la independencia de los consejeros de empresas cotizadas.Este doble rasero también afecta a la figura del vicepresidente. Las compañía se opusieron a la recomendación inicial del Código Conthe de contar con un vicepresidente independiente que pudiera orquestar al resto de consejeros cuando sostenga una postura diferente a la del presidente.Entre los argumentos que utilizaron las empresas para oponerse a esta figura destacan las tensiones que podrían generarse en el seno del consejo. Argumento que Conthe utilizó para recomendar que se elimine la figura del vicepresidente. Medida que Segura considera desmesurada. "Pedir que la CNMV no tenga vicepresidente es como pedir que el Banco de España no tenga subgobernador".Consciente de que asume el cargo en uno de los momentos más críticos en la historia del supervisor, Segura explicó qué postura ha mantenido desde que llegó al consejo de la CNMV, el 14 de marzo de 2006, y sobre todo, los argumentos que utilizó para no sancionar a Enel y Acciona. "Si yo no consigo demostrar que mi actuación ha sido independiente, podría tener un conflicto de interés y, por eso, sus señorías tienen todo el derecho a conocer cuál ha sido mi comportamiento este año", dijo al Congreso, a quien también pidió "cien días de gracia".