madrid. Nuevo banco, mejor red informática, menos factura. Cuando Barclays engulló el Zaragozano en 2003 dió un salto de gigante en el ranking financiero español: triplicó el número de oficinas y clientes. Pero también se multiplicaron las interferencias en la red, al tener los datos que saltar de una plataforma a otra de distinta naturaleza. Con la ayuda de HP Invest, el británico se enfunda ya un nuevo traje informático, que le cuesta 2,5 millones. A cambio, reducirá en 1,5 millones de euros una factura anual próxima a los 4 millones para el mantenimiento de equipos y licencias de software. El sistema libera la mitad del espacio dedicado a alojar el cerebro informático, contecta a la red a 5.000 empleados y agentes -antes 1.500- y reduce el tiempo de reparación de averías de 24 a 6 horas. Y Barclays se ufana en que no precisará tocar el sistema en "tres ó cinco años", dependiendo de las posibilidades de crecer con compras.