La empresa italiana presenta hoy a los sindicatos el plan de viabilidadmadrid. Clesa hierve con Parmalat. El gigante italiano presentará hoy a los sindicatos una profunda reestructuración en su filial española, que se saldará con el cierre de dos fábricas, tal y como adelantó elEconomista el 11 de mayo. Aunque la compañía no lo confirma, se trataría, previsiblemente, de las plantas de Burgos y Alicante. Clesa emplea a 1.400 trabajadores y cuenta con siete fábricas. Además de estas dos, tiene centros en Madrid, León, Caldas de Rei (Pontevedra), Utebo (Zaragoza) y Barcelona. Parmalat encargó el diseño del plan al despacho de abogados Sagardoy y a la consultora de recursos humanos People Matters. La compañía mantiene a la venta distintos inmuebles -ha traspasado a un constructor burgalés su fábrica de Madrid por 145 millones y ha puesto a la venta terrenos en Burgos y Gerona-, pero parece que no es suficiente. La empresa ha reconocido además que tendrá que endeudarse para la construcción de la nueva fábrica. El plan de viabilidad contempla, además, la integración de las sociedades Clesa y Letona en una nueva compañía que pasará a denominarse Parmalat España. "De esta forma, se cumple con el convenio de acreedores de la matriz italiana para simplificar su estructura en Europa y mejorar su eficiencia", aseguró ayer la compañía.Grave crisisDesde que se destapara hace tres años que el escándalo financiero en Parmalat - tenía un agujero en sus cuentas de 14.000 millones-, las ventas de Clesa han caído más de un 12 por ciento. La láctea alcanzó el año pasado una facturación de 208 millones, 34 millones menos de lo previsto, y no logró, tampoco, alcanzar los resultados presupuestados. Parmalat estimaba que su filial alcanzaría en 2005 un resultado bruto operativo de 28,4 millones y se ha quedado en casi tres veces menos. Aunque Arturo Gil se mantiene todavía como presidente de la compañía, ha cedido la responsabilidad ejecutiva al italiano Fernando di Gaetano.