madrid. Telefónica empezará el proceso estratégico para sustituir su marca comercial por la de Movistar, tanto en el mercado español como en los país latinoamericanos en los que opera, a partir del próximo 1 de mayo. La decisión fue adoptada hace algunas semanas, aunque se desconocía la fecha concreta del lanzamiento de la nueva marca comercial, que afectará a todas las compañías del grupo, salvo a Vivo, la operadora móvil brasileña que Telefónica controla al 50 por ciento con Portugal Telecom, y la británica O2. De esta forma, la firma presidida por Cesar Alierta continuará con la política de marca que inició el pasado mes de octubre en Chile, donde la filial chilena del grupo se convirtió en la primera en sustituir el nombre comercial de Telefónica por el de Movistar. El grupo pretende simplificar su estructura de marca, de forma que Telefónica se empleará para dirigirse a empleados, inversores, patrocinios institucionales y programas sociales, mientras que Movistar y O2 se utilizarán en la comunicación con los clientes y estarán además asociadas a productos y al patrocinio comercial. Por otro lado, César Alierta reveló ayer durante la clausura de la IV Convención de Directivos de Telefónica Latinoamérica, que la compañía confía en incorporar a cerca de 50 millones de nuevos clientes en la región durante los próximos tres años, que se sumarán a los 168 millones contabilizados a finales del pasado ejercicio. El objetivo forma parte del programa estratégico Bravo!. Latinoamérica se ha convertido en el principal pulmón de crecimiento del grupo español, aportando el 64 de los accesos y el 40 por ciento de los ingresos consolidados. En su intervención ante 600 directivos, el presidente César Alierta, que calificó América Latina como la "punta de la lanza" del grupo y un "modelo a seguir", señaló que Latinoamérica tiene la oportunidad de demostrar que el nuevo ecosistema digital se va a desarrollar en la región a más velocidad que en ningún otro sitio.