La Comisión Europea eleva a la UCI su pulso con Franciabruselas. El derecho comunitario vuelve a extender sus tentáculos hacia el deporte de élite, uno de los campos que más ha acercado la UE al europeo de a pie. En 1995, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre el caso Bosman provocó una revolución en el mundo del fútbol: abrió la puerta a las alineaciones plagadas de galácticos, al permitir que los equipos del Viejo Continente ficharan cuantos jugadores europeos quisieran o pudieran permitirse. Ahora le toca a la competición más emblemática del ciclismo internacional: el Tour de Francia.La irrupción de los abogados encorbatados de la Comisión Europea entre los maillots ciclistas no es por un nuevo escándalo de drogas y doping, como ironizaba ayer el rotativo británico Financial Times. Si no que, como desveló a mediados de abril el diario belga De Staandard, la organización de la gran carrera gala por etapas ha vetado la participación de un equipo belga porque está patrocinado por una casa de apuestas en Internet con sede en Malta. Los organizadores del Tour no parecen tener nada en contra del juego; de hecho, el monopolio francés de apuestas de carreras de caballo PMU es uno de sus principales patrocinadores. El problema es que temen tener que enfrentarse con la justicia francesa si permiten correr al equipo belga, porque Francia está blindada contra las apuestas vía Internet.El liberal irlandés Charlie McCreevy, comisario europeo de Mercado Interior, acaba de remitir una carta a la Unión Ciclista Internacional (UCI) para explicarle que lo que está pasando es ilegal. Y que Bruselas tiene abiertos nueve expedientes contra otros tantos Estados de la UE (Francia entre ellos), por zancadillear y discriminar a las casas de apuestas extranjeras que intentan operar en sus territorios. Bruselas dice entender que un Estado restrinja o incluso prohíba el juego para proteger a sus ciudadanos del vicio. Pero no que viole el libre mercado -doble rasero galo- fomentando el florecimiento de un monopolio nacional al protegerlo de competidores extranjeros.