Medel capitanea la línea aperturista ante las mayores exigencias de solvenciamadrid. Conseguir instrumentos financieros que permitan a las cajas reforzar su solvencia. Ese es uno de los puntos primordiales con los que deberá lidiar el próximo presidente de la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros), que será elegido en ocho días. Ayer, los presidentes de cajas aprovecharon la celebración de las jornadas financieras organizadas por Deloitte y Abc para fijar su postura inicial, que divide a la asociación entre los que recelan de dotar a las cuotas participativas de derechos políticos y los que están convencidos de que se debe abordar este cambio para afrontar con éxito los mayores requerimientos normativos de capital y que, a la postre, también separa a los dos mayores candidatos a suceder a Juan Ramón Quintás: el presidente de Ibercaja, Amado Franco, y el de La Caixa, Isidre Fainé. El máximo responsable de Unicaja, Braulio Medel, dijo no oponerse a la inclusión de los derechos políticos "siempre que se preserve la naturaleza de las cajas", aunque reclamó que no se piense en este instrumento como el único posible. Abogó por hacer "un traje a medida" de cada entidad y a emplear otras fórmulas alternativas, como la colocación de filiales en el mercado, la desinversión en participadas, el 'lease back' o venta de sucursales con pacto de alquiler o la creación de filiales bancarias. En todo caso, afirmó, otros países han desarrollado recetas para combinar la captación de capital con la supervivencia del modelo. ¿Asunto teológico? El presidente de BBK, Mario Fernández, tampoco considera que se deba pensar en un modelo único, pero sostiene que las cajas deben de estar en condiciones de igualdad con los bancos a la hora de captar capital, para lo que se debería crear instrumentos análogos, sin que ello conlleve la inclusión de derechos políticos. "¿Realmente es un problema teológico de imposible solución que las cajas puedan emitir cuotas y punto, o cuotas con derechos?", se preguntó Fernández. El director general de Caja Navarra, Enrique Goñi, piensa, por su parte, como el Conde de Lampedusa que hay que "cambiar algo para que todo siga igual". Caja Navarra, siguiendo un procedimiento que rechaza buena parte de sus colegas, ha propulsado la fusión virtual con Caja Burgos y General de Canarias, bajo el paraguas de Banca Cívica, por lo que ha abierto la puerta a otra manera de privatizar las cajas. Menos explícitos se mostraron los presidentes de Cajasol, Antonio Pulido, y de Caixanova, Julio Fernández Gayoso. El primero, defendió el actual modelo de las entidades de ahorro, sin ver la necesidad de poner en cuestión la naturaleza jurídica por abordar la reforma el sistema financiero. Gayoso, por su parte, señaló que es prioritario, en vísperas de mayores exigencias de solvencia, que las cajas mantengan su esencia y que,a la vez, hagan esfuerzos por elevar sus ratios de capitalización, sin explicar si ello conlleva la introducción de los polémicos derechos de voto en las cuotas.