Para evitar su cierre tras retirarle el Opel Astra y despedir a 1.400 obrerosbruselas. A los empleados belgas y sus sindicatos el cambio no les convence y las relaciones con la dirección siguen siendo tensas; además de plagadas de paros en la cadena de producción y movilizaciones más o menos espotáneas. Hace poco más de una semana, General Motors anunció que a partir de 2010 dejaría de confiar el ensamblado del Opel Astra a su planta de Amberes. La deslocalización de este modelo hacia las factorías de Polonia, Suecia, Alemania y Reino Unida se ha llevado por delante 1.400 empleos, del total de los 5.100 trabajadores que a principios de mes trabajaban para Opel en Amberes. General Motors aseguró que su intención no era dar cerrojazo a la planta belga y, para demostrarlo, acaba de comprometerse ante los sindicatos a fabricar anualmente 80.000 Chevrolet en Amberes a partir de 2010. El anuncio no ha bastado para que los representantes de los empleados belgas se den por satisfechos. Reclaman 40.000 unidades adicionales. Y puestos a negociar para garantizar el futuro de la planta y de sus puestos de trabajo, también piden que Amberes se encargue de ensamblar un segundo modelo para no depender en exclusiva del que ahora les ofrecen.Según el diario La Libre Belgique, la mayoría de los Chevrolet vendidos en Europa vienen de Corea y son, en realidad, Daewoo rebautizados desde que en 2005 General Motors compró esta marca.