El grupo alega "daños morales" como consecuencia de la defensa de Pizarromadrid. La defensa numantina que emprendió Manuel Pizarro, ex presidente de Endesa, durante la opa a la compañía sigue teniendo sus consecuencias. De hecho, su principal competencia, Iberdrola, mantiene vivo un pleito que impuso dos años después de que en 2005 se iniciara el proceso de opas más emblemático en España, donde aún le reclama 144 millones de euros. Tal como aparece en la memoria de la compañía con sede en Bilbao, aún persiste la vía jurídica para la demanda presentada por presuntos "daños morales" como consecuencia de las críticas vertidas por los entonces directivos de la eléctrica ante el pacto firmado con Gas Natural en 2005, donde Iberdrola se llevaría activos de la compañía opada por valor de 8.000 millones una vez se ejecutase la operación. Tras conocerse este pacto, Endesa inició una defensa numantina e impuso una demanda a Iberdrola y Gas Natural por considerar el acuerdo de venta de activos un pacto colusorio o de concertación previa, así como de asistencia financiera, en tanto que la gasista recibiría esta ayuda económica por la venta de activos sobrantes de la operación. El escenario de esta pelea judicial fue el Juzgado de lo Mercantil número tres de Madrid, que fue el que paralizó la opa en marzo de 2006 durante ocho meses, al entender que existían indicios de pacto colusorio entre la gasista e Iberdrola para la venta de activos. Reclamación de parte del aval La titular del juzgado, Miriam Iglesias, exigió a la demandante un aval de 1.000 millones de euros de depósito para sufragar posibles perjuicios derivados de la paralización. A su vez, la opa de la gasista sobre la eléctrica también fue paralizada de manera cautelar por el Tribunal Supremo, dado que apreció que la autorización del Gobierno podría producir daños "irreversibles" en la competencia. Sin embargo, todas estas medidas judiciales y los pleitos entre unas compañías y otras cayeron en saco roto cuando la gasista decidió retirarse de la pugna como consecuencia de la contraopa lanzada por el gigante E.ON y más tarde por el tándem Enel y Acciona. Pero Iberdrola consideró que durante este largo proceso se dañó gravemente su "imagen, marca y reputación" tanto en los tribunales con las respectivas demandas como en los actos públicos, donde el ex presidente de Endesa llegó a levantar la Constitución para asegurar que defendería a la eléctrica y a sus accionistas ante "el ataque" de Gas Natural e Iberdrola. Por ello, la compañía solicitó en 2007, un total de 144 millones de euros como parte del aval de 1.000 millones que tuvo que depositar Endesa para sufragar posibles perjuicios derivados de la paralización. En aquella ocasión, Iberdrola también reclamó 400.000 euros por costas. Anteriormente ya había reclamado ante el Tribunal Supremo el pago de costas y gastos de abogados por 298.000 euros, sin embargo, Endesa nunca llegó a ser condenada. Por su parte, Gas Natural acusó a Endesa de facilitar información privilegiada a E.ON para formular la opa, entre otras cosas. Tras toda la vorágine y la retirada de la gasista, Endesa y Gas Natural firmaron la pipa de la paz al llegar a un acuerdo para poner fin a todas sus disputas judiciales derivadas de la frustrada opa formulada por la gasista, que se saldó con más de una treintena de demandas judiciales. También quedaron aparcados los pleitos relacionados con la contraopa, finalmente retirada, que E.ON presentó sobre la mayor eléctrica española. Pero Iberdrola continúa la pelea con Endesa, su eterno rival.