El proyecto impulsa a la compañía con una inversión superior a los 13 millones de eurosbarcelona. Uno de los proyectos más ambiciosos del sector aeroespacial de los últimos años tiene firma catalana. La compañía NTE-Sener, con sede en Lliçà d'Amunt (Barcelona), lanzó el pasado lunes el proyecto Mares dentro del transbordador Discovery. El proyecto consiste en una silla para monitorizar el deterioro muscular de los astronautas en condiciones de ingravidez además de estudiar cómo contrarrestarla. "Este proyecto supone un paso más en el plan de crecimiento cuantitativo y cualitativo de la compañía. Queremos más proyectos de esta envergadura", explicó ayer Gabriel Alarcón, director de Sener en Cataluña. NTE-Sener nació a finales del año pasado tras la adquisición por parte de la vasca Sener de la División de Instrumentación y Sistemas de la catalana NTE. La mayor parte del proyecto se ha desarrollado en las instalaciones de Lliçà, donde el grupo cuenta con una plantilla de 40 personas. El proyecto Mares ha supuesto una inversión cercana a los 14 millones y se han construido tres sillas más, ahora en los centros de entrenamiento de astronautas en Houston (Estados Unidos), Colonia (Alemania) y Toulouse (Francia). Según aclararon directivos de la compañía, NTE funciona como una empresa independiente dentro del grupo Sener, que sigue siendo familiar con los Sendagorta al frente. La última sede que abrió el grupo fue la de Abu Dhabi hace dos años centrada en obra civil. Sener factura cerca de mil millones al año, de los que cerca de la mitad proceden de la división de ingeniería, donde se incluyen los proyectos aeroespaciales.