Herrera en la onda, Julia en la onda, La brújula o Te doy mi palabra son parte y esencia fundamental de la programación de Onda Cero, la emisora generalista que más creció el año pasado en España. Junto a ella, Europa FM sintonizó con su nuevo récord de audiencia y situó a Ramón Osorio, director general de Uniprex, la división radiofónica del grupo Antena 3, entre los directivos del sector que más partido ha conseguido sacar a la crisis. Pero el tiempo pasa, las radios piratas acechan y las nuevas tecnologías, como siempre, amenazan con cambiarlo todo. P Los registros de audiencia dan la razón a su estrategia de contenidos, pero no todo puede ser perfecto. ¿No? R Definitivamente no, todavía queda mucho por hacer. El año pasado nuestros ingresos por publicidad cayeron por debajo de la media del mercado, pero tenemos que seguir trabajando para rentabilizar todavía más nuestras audiencias. Esto no es como la televisión. Si ganas audiencia, el precio de la publicidad no sube inmediatamente. Además, los sistemas de medición son mucho más precarios que los del mercado televisivo y eso complica todavía más nuestra estrategia de comercialización. P Y, ¿cómo piensan incrementar la rentabilidad de las audiencias? R Tenemos varios proyectos en marcha y nuestra área de comercial no para de buscar nuevos formatos. Ya hemos hecho alguna prueba con días temáticos, una jornada entera dedicada a una marca, pero eso cuesta mucho dinero y tienen que ser compañías con bastante presupuesto. P En general, ¿tienen problemas los presentadores para locutar contenidos publicitarios? R Lo cierto es que los locutores que tenemos aquí son bastante permeables en este tema. A no ser que se trate de un contenido que va en contra de sus principios, no hay problema. Son realmente conscientes de que una gran audiencia sin ingresos para la compañía supone también un fracaso de su propia aportación a la cadena. P Con toda esta 'I+D' en marcha para mejorar su resultado comercial, ¿cómo ve 2010? R Esperamos por lo menos poder mantener los resultados de este año, respetando sobre todo la partida de los ingresos. Eso es clave para nosotros. Después del laudo de Kiss FM atravesamos nuestra propia crisis, mucho más grave que la de ahora. Eso no enseñó a tener muy presente la rentabilidad de cada euro invertido, algo que en el negocio de la radio es fundamental. Es como una gran ferretería, todo es pequeño y todo suma y al final, si no estableces sistemas de control, la sorpresa puede ser mayúscula. P ¿Tienen previsto algún fichaje para este año? R No creo que hagamos ningún fichaje. Ahora mismo el éxito de nuestras emisiones se ha mantenido gracias a la estabilidad que hemos imprimido a nuestra programación. Quizá en los deportes tengamos más margen de mejora, pero estamos avanzando poco a poco. P La competencia entre las cadenas de televisión es muy fuerte, ¿pasa lo mismo en la radio? R Sobre todo a nivel local. Ahí, la lucha de los comerciales por la publicidad es bestial. Además no hay armas para justificar el precio porque el EGM, por ejemplo, no está hecho para decirte la audiencia que tienes en Soria. P ¿Qué hay del apagón analógico radiofónico? R Yo creo que todavía queda un poco lejos porque no está claro que tecnología habrá detrás. Además, aún se siguen adjudicando licencias de FM. P Licencias, por otro lado, que los piratas no tienen. R Estas emisoras están haciendo mucho daño al sector. Tumban los precios de la publicidad y además las administraciones no actúan con contundencia contra ellas. No creo que sea cosa legislar, sino de actuar. P ¿Qué les parece que la SGAE quiera cobrar por escuchar la radio en la peluquería? R Es cierto que se están produciendo situaciones llamativas. Pero más allá de la anécdota, es urgente establecer un marco regulatorio claro que permita racionalizar la gestión colectiva de derechos.