Estima que es "sano y necesario" abrir el debate a la vista de que las fusiones entre entidades se hacen a través de bancosbilbao. El presidente de BBK, Mario Fernández, considera "sano y probablemente necesario" que se abra el melón del debate sobre el modelo de cajas de ahorros en España, no porque cuestione la validez y vigencia de las cajas, sino porque tal vez sea necesario revisar un sistema que para avanzar en fusiones y alianzas se ve obligado a utilizar la figura jurídica de los bancos. "Se están haciendo operaciones con cajas utilizando bancos" de forma que "mantenemos la púrpura perfectamente limpia, pero, por otro, la manchamos con el lodo del camino". "Vamos a ver si somos honestos. Me parece muy bien que cada uno defienda lo que quiera, pero dos cosas contradictorias, a la vez, no", dijo. Si tal debate se plantea "es importante abrirlo ya", también por las dificultades que tendrán las cajas para adaptarse a las nuevas exigencias de reforzamiento de capital. En la revisión no habrá que buscar un modelo nuevo. Abogó por ver lo que se hace en otros países y configurar "algo que puede ser mejor". Rechazó las voces que reclaman la desaparición argumentando que lo que buscan es pescar en aguas revueltas. Respecto al papel de BBK en el baile de cajas, Fernández descartó que antes de 2012 se pueda recuperar la fusión de las cajas vascas. Sus miras están en crecer por compras de negocio o alianzas que le propongan otras entidades, pero siempre bajo las premisas de vasquidad BBK, que no se diluya y no reduzca su solvencia. El presidente de BBK auguró un 2010 muy difícil para el sector, un año para "salvar los muebles", incluso para la propia BBK, la más solvente del sistema financiero español (incluyendo a bancos y cajas) y la segunda caja española por beneficios (sólo superada por La Caixa) cuando por tamaño es la caja número 15. A pesar de los discursos políticos que ven brotes o puntos de inflexión macroeconómicos, Fernández percibe un panorama muy duro en el paro que arrastrará el consumo y la morosidad. De ahí que para el presidente de la caja vizcaína el debate no es si las previsiones económicas del Gobierno español para 2010 ó 2011 son o no demasiado optimistas, sino si Rodríguez Zapatero será capaz de afrontar las reformas que se han de hacer. "Nadie cree que el Gobierno es capaz de implementar el plan que se necesita, asumiendo los costes que uno tiene que asumir cuando está en el gobierno, porque si no, existen plazas vacantes en la oposición", añadió.