Les acusa de concertar sus políticas comerciales imponiendo un sistema antihurtomadrid. Toque de atención, y de bolsillo, al gran comercio. Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés y Mercadona han sido sancionadas por el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC). Les acusa de llevar a cabo prácticas anticompetitivas, por lo que tendrán que afrontar el pago de una multa de 300.000 euros -75.000 cada uno-. Concretamente, el TDC ha impuesto estas sanciones a cada uno de estos grandes centros por haber concertado sus políticas comerciales imponiendo a sus suministradores un sistema de seguridad - que sólo era proporcionado por la empresa Checkpoint-, a través de la instalación de etiquetas antihurto en origen para todos aquellos productos que por su tamaño, coste, valor estratégico e importancia en el índice de hurto, lo justificaran. El expediente se inició mediante una denuncia formulada en diciembre de 2002 por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), contra las citadas empresas, y tuvo entrada en el tribunal en junio de 2005. Pocos meses después de interponer esta denuncia, los distribuidores y los grandes centros llegaron a un acuerdo, pese a lo cual Competencia ha seguido adelante con su investigación. Al final, el tribunal ha considerado que la implantación en origen de un determinado sistema de seguridad es una decisión que afecta a los costes y las relaciones comerciales de cada distribuidora con sus proveedores y que, por tanto, debe adoptarse con absoluta autonomía respecto al resto de competidores. A la hora de imponer la sanción, el tribunal ha valorado la importante presencia de mercado de las empresas. Esta resolución pone fin a la vía administrativa y contra la misma cabe interponer recurso ante la Audiencia Nacional.