El ex dueño de 'La Casera' negocia en Madrid con la banca su entrada en el grupomadrid. La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una ampliación de la querella interpuesta por SOS contra los antiguos gestores del grupo, Jesús y Jaime Salazar, por un presunto delito de blanqueo de capitales. La Audiencia inició la investigación en 2009 por un posible desvío de fondos de la compañía a sociedades vinculadas a los Salazar por una suma de 230 millones de euros. La denuncia no sólo se dirigía contra los dos ex ejecutivos, sino también contra varios familiares suyos y sociedades vinculadas a ambos. En concreto, incluía, además de a los hermanos Salazar, a Pedro Barragán, administrador de una de sus sosciedades; Esteban Herrero, ex director de Operaciones de la empresa; María del Pilar Salazar; Roberto Salazar y Luis Fernando Salazar y los administradores de hecho o derecho de la mercantil Arve Investment, con sede Luxemburgo. Jesús y Jaime Salazar fueron destituidos como presidente y vicepresidente de SOS en abril de 2009 por haber transferido supuestamente en 2008 más de 204 millones de euros a una sociedad vinculada a ambos con cargo a la tesorería de SOS, a lo que se suma otra disposición de fondos por 25 millones en el primer trimestre de 2009. Pruebas A lo largo del mes de octubre pasado, los imputados fueron citados a declarar ante el juez Fernando Andreu. Jesús Salazar aportó pruebas que demostraban que las cajas estaban al tanto de todos los movimientos y lo aprobaron en la comisión de Estrategia e Inversiones. El ex presidente de la compañía aseguró al juez que se trataba de una operación corporativa y que el dinero se utilizó para comprar acciones y facilitar la entrada de un fondo libio en el capital. Por otro lado, el antiguo dueño de La Casera, José Arozamena, llegó ayer a Madrid para iniciar las negociaciones con la banca acreedora de SOS para facilitar su entrada y la del fondo de inversión que le acompaña, Lindsay Goldberg, en el capital de la empresa. Fuentes próximas al proceso han confirmado a elEconomista que, aunque hay distintas posturas entre las entidades, la gran mayoría acepta iniciar los contactos debido a la fuerte inyección de capital que supone la propuesta realizada: 300 millones de euros. Arozamena, sin embargo, todavía no ha tenido ninguna reunión ni con los gestores ni con los accionistas de la compañía. Su intención es que los primeros encuentros se produzcan en los próximos días para poder explicarles detalladamente la oferta. Mientras Arozamena y Lindsay concretan su oferta, la acción de SOS cayó ayer un 7,83 por ciento, hasta 2,53 euros por título, perdiendo así prácticamente la mitad de todo lo ganado el pasado lunes, cuando se conoció la noticia.