La constructora elimina el límite de 2.000 acciones para asistir a la junta generalmadrid. Una acción, un voto. Es la máxima del Buen Gobierno y el principio básico de justicia en bolsa. Sin embargo, muchas compañías continúan poniendo límites a los minoritarios. Una de las prácticas más habituales consiste en exigir un número mínimo de acciones para asistir a la junta o para votar. En el caso de FCC, el listón para tener voz y voto en la compañía es 2.000 acciones. Una marca que desaparecerá la próxima semana, cuando modifique sus estatutos para adaptarse a las nuevas normas de Buen Gobierno.En esta misma línea de eliminar obstáculos a los minoritarios, la compañía permitirá a los accionistas que posean el cinco por ciento del capital (solos o agrupados) pedir puntos del orden del día. Además, anunciará la reunión anual con un mes de antelación, frente a los quince días actuales, y habilitará el voto a distancia.Estos cambios son consecuencia de los cambios legales y nuevos principios de Buen Gobierno que deben adoptar las sociedades cotizadas. Todos ellos van dirigidos a dotar de mayor poder a los accionistas minoritarios.No obstante, la constructora controlada por Esther Koplowitz también ha introducido algunas modificaciones que afectan al consejo de administración. Entre ellas destaca la posibilidad de asistir al consejo por medios telemáticos (videoconferencia) y la nueva política de retribución de los administradores.Hasta ahora, los miembros de la comisión ejecutiva percibían hasta un 75 por ciento más, ya que durante años los miembros de este órgano tenían una carga de trabajo muy superior al resto. Pero, las nuevas normas corporativa recomienda ceder el protagonismo al consejo y limitar la actividad de la comisión ejecutiva. Una práctica que FCC ya ha adoptado y, por tanto, retribuirá a cada consejero en función de su aportación al máximo órgano de administración.