Sergi Domènech tomará próximamente el mando en la gestión de Dogi, fundada en 1954 y con sede en El Masnou (Barcelona). Domènech tiene puestas todas sus esperanzas de futuro en la reducción de costes y en Asia para sobrevivir en los elásticos textiles para baño y ropa íntima. En la junta de accionistas que celebra hoy la empresa se anunciará la compra de una planta en Sri Lanka y nuevas inversiones tecnológicas para olvidar los 197.000 euros de pérdidas de 2005, muy lejos de los 2,5 millones de resultado negativo en 2004.P ¿Cuál será la estrategia para volver a beneficios este año?R En 2004 iniciamos una fuerte política de reducción de costes. Desde entonces, Dogi sigue con la austeridad en el gasto, y lo mantendremos este ejercicio y el próximo. Este año volveremos a tener beneficios incrementando la actividad en nuestras plantas asiáticas.P ¿Las fábricas asiáticas son rentables? R Las plantas que disponemos en China, Filipinas y Tailandia ya generan beneficios. Y este año abriremos una fábrica en Sri Lanka para consolidarnos en esa zona. P ¿Eso supondrá cerrar en España?R No cerraremos plantas en España ni en Europa. Sino que aumentaremos la inversión en Asia.P ¿Las pérdidas están relacionadas con la deslocalización del textil español?R En el sector textil español ya se ha dado la mayor parte de la deslocalización hacia Asia. Dogi en España ha perdido un 40% de cifra de negocio en favor de la producción en nuestros centros asiáticos y ya no perderemos más. Ahora producimos un 40% en Asia y un 60% en Europa. En 2009 equilibraremos la producción entre estas zonas al 50%.