E.ON, por el contrario, valora positivamente la enmienda propuesta por el PSOEdusseldorf/Bilbao. El lehendakari Patxi López trasladó el pasado viernes en La Moncloa al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su posición contraria a eliminar los blindajes de las empresas cotizadas. Al parecer, según algún medio informativo vasco, el lehendakari le habría transmitido al presidente su preocupación por el riesgo que representaría para determinadas empresas con sede en el País Vasco, entre las que se encuentra Iberdrola, la enmienda del PSOE que propugna la eliminación de los blindajes. López se habría alineado con las posiciones esgrimidas por Iberdrola y BBK de que tal modificación legislativa podría provocar que un accionista relevante pudiera hacerse con el control de una sociedad sin necesidad de tener que presentar una opa. El presidente de BBK, Mario Fernández, fue muy explícito al recalcar su oposición a tal reforma porque desde "desde el punto de vista técnico me parece que es un error" y al mismo tiempo también "contrario a los intereses de Euskadi" y de la BBK. Tanto López como Fernández ven en esta enmienda un riesgo de perder la sede social vasca de Iberdrola. En el plano opuesto se sitúa Lutz Feldman, consejero de la multinacional energética alemana E.ON, quien no oculta su satisfacción ante la perspectiva de un cambio legislativo en España que permita la eliminación de los blindajes que limitan los derechos de voto en determinadas sociedades cotizadas, especialmente en las del sector energético. De hecho, con motivo de la presentación de los resultados de 2009 del grupo alemán, reconoció que, de llevarse a término esta reforma legislativa, "éste sería un paso en la dirección correcta por parte del Gobierno español". Hay que recordar que hace cuatro años E.ON se topó con grandes dificultades cuando intentó hacerse con el control de Endesa, lo que propició que al final se retirara del proceso. Sin embargo, la modificación que pretende el PSOE y que están debatiendo los distintos partidos políticos hace que tales circunstancias no podrían volver a repetirse. Resultado alemán El optimismo del consejero de E.ON, Luz Feldman, está relacionado con la presentación de resultados del grupo, que cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto de 5.331,2 millones, lo que representa una caída de un 4,8 por ciento respecto del año anterior. A pesar del descenso, la cúpula directiva de la eléctrica alemana valora sus cifras positivamente dada la situación económica que se afronta a nivel mundial. El nivel de beneficio alcanzado ha sido posible debido a que durante el pasado año redujo su nivel de inversiones que había mantenido a lo largo de 2007 y 2008, y con ello limitó el impacto que el descenso de ingresos por la venta de capacidad eléctrica habría generado. En concreto, las ventas descendieron un 6 por ciento principalmente debido a la bajada de precios en el negocio mayorista de gas y a un menor volumen de ventas de gas en Pan-European Gas. A esto se unió el cambio de moneda con Reino Unido y los países nórdicos y un descenso en la producción nuclear e hidroeléctrica de estos últimos. Por contra, la venta de Thüga que la compañía tuvo que realizar para adecuarse a la regulación europea le reportó 3.500 millones de euros. El número de clientes de E.ON aumentó significativamente en el pasado año, en casi un millón, hasta situarse en 26,4 millones. De cara a 2010, E.ON no quiso hacer previsiones públicas debido a las incertidumbres económicas internacionales. Únicamente avanzó que esperan crecer en el resultado de operativo (ebit) entre un 0 y un 3 por ciento. El mercado español En España la multinacional germana vendió 15.700 millones de KWh por un importe total de 1.346 millones y obtuvo resultado bruto de explotación (ebitda) de 227 millones. E.ON produce ya el 10 por ciento de los que se consume en nuestro país, gracias sus 11 plantas de generación. La previsión para el año en curso se alinea con el conjunto de la multinacional.