El auditor pone una salvedad a la filial por posibles deudas sin cuantificar en 2006madrid. Problemas para Imperial Tobacco en España en pleno asalto sobre Altadis. Hacienda está investigando las cuentas de la compañía en nuestro país desde el año 2003 y PricewaterhouseCoopers, la firma que se ha encargado de supervisar sus cuentas, ha puesto una salvedad a su auditoría debido, según dice, a que "podrían surgir pasivos adicionales que no son susceptibles de cuantificación objetiva". El auditor no especifica a qué obedece la investigación abierta y se limita a decir que el problema radica en "una interpretación diferente de la normativa fiscal" por parte de la compañía. La Agencia Tributaria mantiene desde hace tiempo un control muy estrecho sobre las multinacionales presentes en España para evitar un posible desvío de beneficios fuera de nuestro país para pagar menos impuestos. Son las denominadas operaciones vinculadas, o transacciones que realizan los grupos internacionales que cuentan con varias filiales en el extranjero. El problema radica en que, mientras que en España el impuesto sobre sociedades se eleva al 35 por ciento, en otros países, como Holanda, es de sólo un 16%.InspecciónLa tabacalera británica reconoce que el fisco está inspeccionando las cuentas de la filial de los cuatro últimos años, pero advierte también que no cree que se deriven pagos excepcionales que alteren de forma significativa sus resultados. De acuerdo con las memorias presentadas en el Registro Mercantil, Imperial Tobacco tenía todavía a 30 de septiembre de 2006 una deuda con la Administración Tributaria de 2,45 millones de euros, aunque ésta debía pagarle también 331.668 euros. A pesar de haber realizado una fuerte rebaja de sus precios para intentar ganarse un hueco en el mercado, Imperial Tobacco sufrió en 2006 una reducción muy fuerte tanto de sus ventas como de su beneficio. La facturación cayó un 27 por ciento, hasta 41,9 millones de euros, y las ganancias se dividieron por cinco, hasta sólo 400.000 euros. Imperial se enfrenta ahora a una situación muy complicada ante el rechazo permanente de Altadis, que ha declinado ya dos propuestas, una a 45 euros por acción y otra a 47, el pasado martes. Imperial Tobacco ha insinuado ya que no volverá a subir su oferta hasta que Altadis le enseñe sus cuentas y ésta se ha mostrado tajante: no abrirá las puertas de su casa a un competidor directo. La británica ha reiterado en sucesivas ocasiones que no presentará una oferta hostil y el problema radica en que si quiere que sea amistosa va a tener que subir su propuesta hasta, por lo menos, 50 euros por título. Eso sí, tendrá que hacerlo sin poder analizar la contabilidad de la empresa que preside Antonio Vázquez.Nuevas ofertasAyer, el banco de inversión Goldman Sachs apuntaba ya en un informe que Imperial Tobacco podría presentar una tercera oferta a ese precio que facilitaría casi de forma definitiva que se pudiera alcanzar un acuerdo. Los principales accionistas de la compañía británica -las firmas de inversión Invesco Asset Management y Legal & General- han dado ya luz verde a una ampliación de capital por valor de 6.000 millones de euros -500 millones más de lo previsto inicialmente- para afrontar los costes de la opa y ofrecer entre 48 y 50 euros por título. Si Imperial Tobacco se hiciera finalmente con el control de Altadis lograría un ahorro anual de 270 millones de euros y estaría en condiciones de competir en igualdad de condiciones con gigantes como Altria, Japan Tobacco o BAT.Mientras tanto, y tal como adelantó ayer elEconomista, Altadis está tanteando también a varias firmas de capital riesgo para conservar el negocio logístico y los puros y desprenderse de los cigarrillos. Goldman Sachs advierte que, en ese caso, la compañía acabaría troceada en tres partes. Fondos europeos como CVC, Permira, Pai y Cinven y estadounidenses como KKR han estado analizando la operación.s Más información sobre este tema en www.eleconomista.es