Cumple su promesa de números negros con flexibilidad y con consolidación fiscalbilbao. El grupo Tubos Reunidos ha cerrado su peor ejercicio de la última época dentro de los números negros, dentro de los beneficios, justitos, pero beneficios al fin y al cabo. En cifras reales se trata de 1,1 millones de euros, cifra un 98,77 por ciento inferior al año récord de 2008. Hasta ahora parece que Tubos Reunidos aguanta mejor la crisis industrial que golpea de lleno a la industria siderometalúrgica. No hay que irse muy lejos para ver que a los demás no les va mucho mejor, o incluso están en peores coyunturas. En la vecina localidad alavesa de Amurrio tiene el ejemplo del grupo Tubacex no tuvo la misma suerte y se ha visto obligado a contabilizar unas pérdidas de 25,7 millones de euros. Aunque son compañías con productos y mercados diferentes, su coyuntura industrial suele ser pareja. En el color negro de la cuenta de resultados de Tubos Reunidos hay que incluir varios factores coadyuvantes. Por un lado, a principios del año pasado pusieron en marcha un plan de acción, que incluía medidas de flexibilidad para adaptar sus costes, elevar productividad y potenciar la estructura comercial. En este contexto se inscriben los dos expedientes de regulación de empleo (ERE) temporales. El actual afecta a 767 trabajadores hasta mayo, por un máximo de 90 días. Por otra parte, han ayudado a las cuentas la contabilización de los impuestos, a través de la consolidación de bases imposibles negativas (compensación de pérdidas) de algunas filiales, y la activación de algunos créditos fiscales por la realización de inversiones de I+D. Además, desde el Grupo destacan que, frente a un mercado átono, han mejorado sus resultados financieros, gracias a su saneada estructura, a la reducción de los tipos de interés, a las diferencias en el tipo de cambio y a la valoración de instrumentos derivados.