Asegura que ningún país permitiría que se llevasen su 'telefónica' en sus naricesRomano Prodi se encuentra en su despacho del Palazzo Chigi. En una jornada intensa, como otras muchas, antes de una brevísima pausa pascual. Acaba de resolver la espinosa negociación sobre la renovación del contrato de los funcionarios estatales. Con satisfacción. Su tono es tranquilo y sus palabras mesuradas. No en vano, el primer ministro es consciente de dirigir un país tan especial como Italia. Esta vez, no por culpa de un Ejecutivo inadecuado o por la debilidad de la clase política. Esta vez, la culpa está en otra parte. "Ni ausente ni reticente ni tampoco intervencionista. El respeto del mercado es absoluto", asegura.¿Demasiado respeto al mercado, señor presidente? "Si estuviésemos en otro país europeo, el Gobierno intervendría más. Mucho más. Pero en Italia, no. En Italia, no se puede. Pero volvamos a la actualidad. "¿Qué puedo decir sobre lo que está pasando? Sólo una cosa. Qué bonito es el capitalismo, felicidades. Y algunos todavía dicen que el mercado es una belleza... Como para troncharse de risa... Lo que existe es toda una carrera en busca de protecciones y de favores". A juicio de su líder, el Gobierno está haciendo de todo "de una forma seria y concreta", para favorecer a las empresas italianas en el extranjero. Incluso como accionista. Se refiere a Enel, que "silenciosamente" está conquistando Endesa en España y, junto a ENI, se está haciendo también con parte de la actividad de Yukos en Rusia. "Sólo hemos hecho nuestro deber. Pero eso sí, lo que teníamos que hacer lo hicimos bien".Sin embargo, la polémica con el establishment empresarial y financiero italiano sigue siendo dura. Con trazos gruesos, que nosotros simplemente registramos como cronistas. "¿Va a ser posible -se pregunta- que nos pongamos de acuerdo sobre una propuesta empresarial para gestionar la más importante de las empresas de telecomunicaciones, con ingentes y estratégicas inversiones en nuevas tecnologías? Porque, hasta ahora, el panorama es desolador. Antaño reinaba la selva petrificada de los bancos. Hoy, estamos ante el bosque poco denso de los actores empresariales. Vamos a necesitar plantas fuertes y poderosas para crecer en medio de este bosque..."Competir con AT&TProdi comenta favorablemente las palabras de Guido Rossi a la Repubblica. Parece dar a entender que el Palazzo Chigi desea la formación de una propuesta seria, entre bancos y empresarios, que compita con la de AT&T y con los mejicanos de Carlos Slim. O al menos, que negocie con ellos desde una posición de mayor fortaleza.Y quizás sea ésta la ocasión de reclamar a algunos de los óptimos dirigentes empresariales italianos que está haciendo camino, y son ya muchos, en multinacionales extranjeras. Empresarios internacionales, pero también empresarios italianos implicados a fondo en otros mercados, incluso más complicados y difíciles que el italiano.¿Podría ser Mediaset de la partida? Prodi muestra todo su respeto y admiración por esta gran empresa italiana que, a su juicio, podría encontrar obstáculo en las normas que rigen la Competencia para ser de la partida.Resumiendo, el discurso del presidente asegura que ningún otro país dejaría que se llevasen ante sus propias narices a su principal operador de telecomunicaciones. No es imaginable algo así en Alemania. Berlín tiene bien amarrado el control, incluso en manos públicas, de Deutsche Telekom. Por no hablar de París, con France Telecom.. Y ni siquiera es posible imaginar que los europeos permanezcan indiferentes ante los ataques extranjeros, americanos o asiáticos, a sus grandes campeones nacionales. Restricciones¿Por qué nadie, se pregunta Prodi, analiza cuántas reglas y límites ponen a las adquisiciones de las empresas extranjeras (por ejemplo, en el sector de las compañías aéreas) en Estados Unidos, patria del capitalismo de mercado? Y mientras tanto, nosotros hasta podríamos tener una Alitalia rusa.La línea del Gobierno es la de tener al mercado como fundamento, como brújula, mientras la oposición, según el presidente, agita las razones de la libertad de empresa sólo por contingencias y por especulaciones políticas. Y Prodi sostiene que se ve poca política liberal en el bando de Berlusconi.Le objetamos que de muchos ministros, con Di Pietro a la cabeza, y de algunos de sus aliados (Giordano de Refundación), no puede decirse que sean precisamente liberales. Y llamarles liberales es difícil, entre otras cosas porque se ofenderían. Prodi no parece preocupado por eso: es la normal dialéctica en el seno de un Ejecutivo y de una mayoría que sigue adelante por su propio camino. "No, no me parece nada peligroso".¿Y cuál es la ruta precisa en el caso de Telecom.? ¿Volver a colocar la red en manos públicas? El presidente dice que no y piensa, tal y como ya había dicho en su campaña electoral, en una red que desempeñe un servicio público, en el sentido de que sea accesible a todos los operadores, no en el sentido de que sea de propiedad y de control estatal.Mercado abiertoInterpretando sus palabras, pensamos que el esquema más cercano al plan del Gobierno es el del modelo inglés Open Reach, que es una división de British Telecom.. "Una sociedad de garantía de tránsito", especifica el primer ministro italiano, que ponga a disposición un monopolio natural, un "sistema nervioso" más tecnológico y eficaz que el actual, con el objetivo final de ofrecer servicios y contenidos al consumidor a costes competitivos, sin por eso debilitar al operador principal. ¿Una idea que podría implicar también a otras redes de utilidad pública? Ya se verá.Pero, por ahora, la oferta de AT&T y de America Movil está sobre la mesa. Aunque todavía no es vinculante, precisa. Pero no se puede hacer como si no existiese. ¿Los americanos han presionado o no? Prodi cuenta que se reunió con el embajador americano en Italia "exactamente un día y medio" después del anuncio de la oferta conjunta a Tronchetti para hacerse con el 66 por ciento de las acciones de Olimpia, que detenta el 18 por ciento de Telecom. En la agenda del encuentro con Ronald Spogli había "ocho o nueve puntos", pero no hablaron en absoluto de AT&T. Algo realmente curioso, dado que el representante americano en Roma no es ajeno a la business comunity de su país.Es cierto que a Palazzo Chigi llegaron indicaciones y explicaciones a favor de la operación, pero Prodi las define como "colaterales". Esto hace suponer al presidente que, en realidad, la declaración de interés por TelecomItalia no es americana y mejicana, sino yan sólo mejicana. Y dictada casi exclusivamente por el interés del empresario mexicano Carlos Slim por hacerse con la operadora Tim Brasil. Y que, al final, el riesgo de un troceamiento es algo previsible. "A mí el estofado me gusta, pero sólo en la mesa" ironiza el primer ministro italiano que a lo largo de su conversación con el Il Sole 24 Ore apuesta por la italianidad de una operadora sobre la que está atrincherado.