Da como garantía a la banca las acciones de su filial para reordenar los préstamos corporativos de 2.161 millones madrid. Cuando uno pide un crédito al banco, la entidad financiera le pide una garantía. Lo mismo ocurre en el mundo empresarial. Ferrovial refinanció su deuda corporativa de 2.161 millones de euros a finales de pasado mes de diciembre. A cambio, el grupo dio como garantía a la banca todas las acciones de Cintra Infraestructuras. Antes de que las dos empresas se fusionaran, Ferrovial tenía hipotecado el 62 por ciento de su filial de concesiones. Después de esa operación, la hipoteca se ha extendido a todos los títulos de la nueva Cintra, tal y como indica el informe anual del grupo de infraestructuras correspondiente al ejercicio 2009. Lo lógico es que cuando se amorticen esos préstamos, Ferrovial vuelva a tener libres de cargas las acciones de Cintra. No obstante, este proceso de pignoración de títulos es algo habitual en el mundo de las empresas y más cuando se recrudece el mercado financiero. Según lo que acordó la banca con Ferrovial, la compañía tiene una deuda corporativa a largo plazo de 1.910 millones de euros, que vencerá dentro de tres años desde que se firmó el acuerdo, es decir, en 2012. Una parte de ese dinero está disponible en euros, mientras que otra está disponible en francos suizos, que se podrán convertir en euros en cualquier momento. Por otro lado, la compañía obtuvo un préstamo a corto plazo de 250 millones de euros que deberá pagar el próximo 15 de diciembre. Cuando se acerque esa fecha, la compañía tiene dos opciones: o volver a refinanciar ese préstamo, o amortizarlo gracias a las ventas que tiene pendientes de registrar en sus cuentas. Es decir, con la desinversión de sus autopistas en Chile, el grupo podría pagar casi el 60 por ciento de ese crédito que vence en diciembre. Por otro lado, la banca ha dejado abierto a Ferrovial una línea de 541 millones de euros para que disponga de ella durante tres años (ver gráfico). Por el momento, el grupo no ha sacado dinero de ese préstamo. Como en todo contrato con la banca, el grupo que dirige Rafael del Pino tendrá que cumplir con unos requisitos que demuestren su solvencia. Por ejemplo, la deuda financiera neta no podrá rebasar un límite respecto al beneficio bruto de explotación o sus gastos financieros no podrán representar un cuota máxima del resultado de explotación. En el caso de que no se cumplan esos requisitos, las entidades financieras llamarían a capítulo a Ferrovial para volver a refinanciar. Esto no quiere decir que vaya a ocurrir, al revés esta reordenación de la deuda corporativa da más tranquilidad al grupo.