MADRID. El Gobierno británico tiene claro cuáles son las responsabilidades de sus banqueros y cómo deben pagar por sus fallos. Así, el ministro británico para la Empresa, Peter Mandelson, instó ayer al consejero delegado del parcialmente nacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS), Stephen Hester, a renunciar este año a su prima. Según algunas informaciones periodísticas, Hester recibirá una prima de 1,6 millones de dólares (1,8 millones de euros) cuando el banco anuncie sus resultados anuales la semana entrante. El banco escocés, del que el Estado posee actualmente el 84 por ciento, anunciará, según medios británicos, pérdidas de varios miles de millones de dólares. "Si más adelante, (Hester) le da la vuelta al banco y es merecedor de una recompensa, yo sería el primero en estar de acuerdo, pero no en este momento", dio Mandelson. "Les hemos dicho (a los responsables de los bancos parcialmente nacionalizados) que su prioridad es mejorar sus balances", agregó el ministro laborista. En declaraciones a la BBC, Mandelson elogió a Hester como un "banquero enérgico", pero dijo que todavía no ha sido puesto a prueba en ese banco.