Los herederos de David Álvarez lo destituyen como presidente tras cesar a su hijomadrid. Ni David Álvarez es Ángela Channing ni Vega Sicilia es Falcon Crest. Pero se le parecen. Y mucho. A sus 83 años, cinco de los siete hijos del empresario leonés que controlaba hasta ahora la bodega se han rebelado contra él, desatando una batalla fratricida que amenaza la estabilidad del grupo. Según los datos que aparecen en el Registro Mercantil, y que han confirmado además fuentes próximas al grupo, a finales de enero, David Álvarez, hasta ahora presidente de Vega Sicilia, destituyó como consejero delegado a su hijo Pablo, alma máter de la empresa. Pero la familia no se quedó parada y en un consejo de administración de El Enebro, la sociedad matriz de la bodega, cuatro de sus hermanos -Juan Carlos, Emilio, Elvira y Marta- sacaron adelante una propuesta por la que no sólo restituyeron en su cargo a Pablo, sino que dieron además un golpe de mano y cesaron como presidente a su padre y, como consejeros, a sus hermanos Jesús David y María José. Guerra abierta en Eulen Es algo parecido a lo que está pasando en el grupo Eulen, el gigante español de los servicios, con 90.000 empleados, una facturación de 1.324 millones y presencia en sectores como la limpieza, la seguridad, el mantenimiento, la formación y el trabajo temporal entre otros. Como ocurre en Vega Sicilia, cinco de los siete herederos se han rebelado contra su padre, intentando apartarle de la gestión, aunque todo indica que han perdido la batalla. El problema es que aunque el patriarca tiene el 51 por ciento de la empresa -cada uno de los hijos se reparte otro 7 por ciento-, no tiene la mayoría en el consejo de administración. Por eso cuando los hijos rebeldes intentaron plantarle cara, Álvarez forzó por vía judicial una junta de accionistas para cambiar el órgano administrativo y nombrar a independientes. Ahora sólo hay uno, Miguel Cuenca, y el creador del imperio tuvo que ir a los tribunales para recuperar el mando, solucionar las discrepancias e intentar salvar al grupo con un proyecto por sacarlo a bolsa. En Eulen, a diferencia de lo que ha ocurrido en Vega Sicilia, no ha habido sin embargo destituciones. El consejo delegado sigue siendo Juan Carlos Álvarez, consejero también en BBVA y uno de los que encabeza la revuelta, y el presidente su padre. La junta de Eulen se celebrará en Bilbao el 25 de febrero y puede ser un precedente de lo que pase en Vega Sicilia. Si como todo indica el fundador del grupo consigue su objetivo, lo normal es que intente después hacer lo mismo en la bodega y recuperar también el control. La gran incógnita está en saber si, como ha hecho ya una vez, David Álvarez volverá a destituir a su hijo Pablo, o acabará perdonándole para permitir que siga gestionando la empresa. Prescindir de él podría ser un movimiento demasiado arriesgado, sobre todo después de las turbulencias vividas en los últimos días. De momento, los resultados avalan al consejero delegado y, en plena crisis, la compañía de la Ribera del Duero sigue registrando una rentabilidad absolutamente extraordinaria, y más en un sector tan complejo como el del vino. En 2008, el último ejercicio del que hay cifras disponibles, las ventas se incrementaron un 4,3 por ciento, hasta 21,7 millones de euros. El beneficio neto cayó un 5,4 por ciento, hasta 7,3 millones de euros.