Subvencionará con esa cantidad la mitad de la inversión total de la empresamadrid. ¿Cuál es la diferencia entre la Xunta de Galicia y el Gobierno de Portugal? La primera ha prohibido a Pescanova la apertura de una planta de acuicultura y el segundo está dispuesto a dar a la empresa una subvención de hasta 70 millones de euros para la apertura de la misma, la mitad de los 140 millones que costará en total. La compañía gallega pretendía construir en Cabo Touriñán, en la provincia de La Coruña, un centro destinado a la cría de rodaballos que hubiera supuesto una inversión de 140 millones de euros, además de la creación de 450 puestos de trabajo. La instalación se ubicará finalmente en la localidad costera de Mira, situada entre Oporto y Lisboa y tendrá una capacidad de producción de hasta 7.000 toneladas al año, lo que la convierte en la mayor del mundo en su especialidad.Al contrario de lo que hizo la Xunta, el Gobierno del país vecino calificó la planta de la Xunta como un Proyecto de Interés Nacional y redujo a tan sólo cinco meses todos los plazos previstos para su aprobación. Es justo lo contrario de lo que sucedió en Galicia. El Ejecutivo que preside Emilio Pérez Touriño decidió, después de siete meses de estudio, que la planta no podía abrirse en el sitio previsto, no ofreció a la empresa ninguna terreno alternativo y obligó a Pescanova a trasladar su expansión fuera de nuestras fronteras. Oposición gallegaLa Xunta se negó a dar el visto bueno al proyecto, que había sido ya aprobado por el Gobierno anterior, presidido por Manuel Fraga, porque que el terreno elegido estaba considerado como espacio protegido por la Red Natura. Tras conocer la decisión portuguesa, la Xunta se defiende ahora y mantiene que Pescanova, la mayor empresa española en el sector del pescado congelado, mantiene dos proyectos acuícolas en Cen Xove y Ribadeo, ambos en la provincia de Lugo y alternativos a la planta de Touriñán. Pescanova, que todavía no se ha pronunciado, mantiene, sin embargo, un enfrentamiento abierto con el Ejecutivo autonómico y ha amenazado ya en más de una ocasión con desviar inversiones hacia otros países, por lo que es probable que estos dos proyectos no se lleven finalmente a cabo.La compañía, controlada por el empresario gallego Manuel Fernández Sousa, alcanzó el pasado ejercicio unas ventas de 280 millones de euros y obtuvo un beneficio de 10,9 millones, lo que supuso un crecimiento del 19 por ciento respecto al año anterior.Empresa de referenciaPescanova se ha convertido, con la inversión acometida en Portugal en el mayor productor mundial de rodaballo. La compañía ha conseguido expandir su negocio en el área de acuicultura, desde que iniciase su programa hace 25 años en Galicia. Fernández de Sousa no descarta seguir invirtiendo en Portugal con otros pescados, como el lenguado y mantiene, además, que se eligió este país por cumplir las condiciones "tanto climáticas, como económicas", aunque aún queda por contemplar el impacto medioambiental que produciría la producción de este pescado. La planta de Mira empezará a funcionar en 2008.