Continental Airlines y Ryanair forman parte del currículum de esta firma de capital riesgomadrid. A la firma de capital riesgo Texas Pacific Group (TPG), la mayor del mundo, le atraen los altos vuelos, pues no pierde oportunidad para entrar en las pujas en la compra de aerolíneas. Norteamericana, asiática, europea o australiana. Da igual la nacionalidad de la compañía aérea y el ranking que ocupa en su mercado. Si es una buena oportunidad, TPG se mete de cabeza para llevársela al bolsillo. Su última víctima es Iberia.La firma de capital riesgo estadounidense solicitó ayer a la aerolínea española información para lanzarle una oferta de compra. Una operación a la que ya está acostumbrada TPG, pues ha desembolsado mucho dinero en otras aerolíneas. Continental Airlines fue una de ellas.Pretendientes En 1993, la sociedad de capital riesgo dio un mordisco al capital de la aerolínea de Houston. Era un momento muy delicado para la compañía, pues llevaba cerca de quince años sin lograr beneficios, según datos de Bloomberg. Tras varias reestructuraciones, la compañía aérea empezó a emerger de los números rojo en los dos años siguientes. Tras arreglar los números de la compañía, David Bonderman, uno de los fundadores de TPG, vendió la participación por 700 millones de dólares en 1998.Continental Airlines fue el principio de una lista interminable. La sociedad de capital riesgo también ha invertido en la aerolínea norteamericana American West, Tiger Airways, Ryanair. De la aerolínea de bajo coste irlandesa, Bonderman es presidente, aunque no tiene cargos ejecutivos. En el punto de mira de la firma de capital riesgo se encuentran otras compañías aéreas. En concreto, TPG está inmersa en un proceso para adquirir la mayor aerolínea australiana Qantas por más de 6.500 millones de euros. Una operación en la que camina con otros compañeros como Macquaire, Allco Equity Partners y el grupo Onex.Alitalia, la aerolínea pública italiana, es otro de sus objetivos. La firma de capital riesgo puja por adquirir la compañía aérea, que cuenta con un balance de cuentas casi insostenible. El modus operandi de TPG es parecido al esquema que siguen el resto de firmas de capital riesgo. En casi todas las operaciones, la sociedad tiende la mano a socios para que le acompañen. Otra de las opciones es adquirir una participación mayoritaria del capital de su víctima. Su filosofía es poner el dinero para reflotar la compañía y la gestión la dejan en manos de los propios ejecutivos de la sociedad engullida. Después de reflotar la empresa, venden su participación ganando unas jugosas plusvalías.Aerolíneas no es el único sector que ha sido diana de TPG. El sector de la alimentación (Burguer King) o el eléctrico (TXU) también han sido centro de atención de esta sociedad de capital riesgo. Los cofundadores de este grupo David Bonderman y Jim Coulter no siempre han ganado con sus inversiones. Un ejemplo de ello es la firma de catering de comidas Gate Gourmet o el fabricante de cuartos de baño alemán Grohe.Estos tropiezos no han frenado futuras inversiones, que han decidido ambos empresarios, de 63 y 46 años, respectivamente, desde su cuartel general situado en Silicon Valley, con unas espléndidas vistas hacia la Bahía de San Francisco.