La constructora quiere que en cuatro años el negocio fuera de España facture 300 millonesbarcelona. El que siembra, recoge. Este es el lema que mejor define la estrategia de diversificación y crecimiento que ha trazado la constructora catalana Comsa. Al equipo que dirige Jorge Miarnau, presidente de la sociedad, Cataluña se le ha quedado pequeña y ya tienen previsto reforzar su presencia en más de siete países para facturar cerca de 300 millones en los próximos cuatro años. Los destinos de las inversiones son las filiales del grupo en Italia, Portugal, Chile, Argentina, Australia, Polonia y otros países del Este europeo.Es en este último país donde el grupo crece con más fuerza. Desde el pasado año se ha convertido en el socio mayoritario de Trackja polska-PKRE y PRKiL, de la que tiene más de un 60 por ciento.Los buenos resultados del pasado año, 1.043 millones de euros de facturación, les permiten apostar por el mercado exterior, que en 2006 les supuso unas ventas superiores a los 130 millones.Comsa es la novena constructora de España y opera en varios negocios a la vez. El ferroviario, que es el originario de la compañía, le reporta los mayores beneficios, el de la construcción crece a un ritmo del 30 por ciento, y el resto incluye sectores como el inmobiliario y hotelero, el de las concesiones, el transporte o la logística, entre otros.Comsa, cuyas ventas crecieron el pasado año un 20 por ciento respecto de 2005, cuenta con una plantilla cercana a los 4.000 empleados, de los que un 30 por ciento trabajan fuera de España.