El BCE reitera que los tipos permanecen en el nivel "apropiado" tras mantenerlos en el 1%MADRID. Si tiene ganas, cuando ceda el testigo de la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) en 2011, Jean-Claude Trichet debería dedicar parte de su tiempo a la actuación. Otra cosa no, pero su puesta en escena no desmerece nada de las muchas interpretaciones elegidas esta semana por la Academia para optar a los preciados Oscar. Ayer lo volvió a demostrar en la reunión que la entidad celebró en Fráncfort. Como siempre, dedicó la primera parte de su comparecencia ante los medios a leer el comunicado oficial en el que el BCE explica los motivos de las decisiones adoptadas y su visión sobre la situación económica y monetaria. A los párrafos iniciales les dedicó una pose burocrática. Confirmó lo esperado al reiterar que los tipos de interés están en el nivel "apropiado", después de que 45 minutos antes la entidad dijera que los mantenía en el 1 por ciento en el que se encuentran desde mayo; confesó que la situación sigue presa de la "incertidumbre" y que la recuperación será "moderada" e "irregular"; y no ocultó que las presiones inflacionistas seguirán siendo "bajas" a medio plazo. En definitiva, plasmó que la entidad no tiene ninguna prisa por elevar los intereses. Así siguió, con su tono parsimonioso, hasta que llegó a un párrafo. El correspondiente a las políticas fiscales. Y ahí cambió todo. Mudó el gesto. Puso otro más solemne. Y las palabras sonaron más graves. "Es de suprema importancia que el programa de estabilidad de cada país de la zona euro defina claramente una estrategia de salida fiscal y estrategias de consolidación para el futuro", reclamó, al tiempo que exigió acomenter "fuertes reformas en el gasto". Y en el campo abierto de las preguntas, se mantuvo granítico. Recalcó que "todos los países" deben acogerse al Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que establece un máximo de déficit público del 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), una cifra que la mayoría de los países se ha comprometido a respetar para 2013. "Todos los países", insistió en respuestas a preguntas sobre Portugal y España. Sobre Grecia, mostró su "confianza" en que las autoridades "tomarán todas las decisiones que les permitirán" controlar los problemas de sus finanzas públicas. La actuación de ayer también ofreció un Trichet desafiante. Se mostró así para defender la solidez de la región. Resaltó que el déficit público del conjunto de la eurozona se limita al 6 por ciento del PIB, cuando "el de otras potencias del mundo supera el 10 por ciento", recordó.